Devocional Cielos Abiertos

UN BESO DE FUEGO

Memoriza: Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera.” Éxodo 19:18

Lee: Éxodo 3:2 – 6

Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.

BIBLIA EN UN AÑO: Hechos 6 – 7

MENSAJE

Los labios son una parte muy sensible del cuerpo humano. En Isaías 6:6 – 7, cuando el ángel quería ayudar a Isaías, puso un carbón de fuego en sus labios. Aunque eso debió de doler mucho considerando lo sensibles que son los labios, la experiencia aseguró que Isaías se convirtiera en una persona transformada.

Nada que el fuego toque permanece igual. En Hechos 2:1 – 14, Pedro predicó a una gran multitud con determinación, después de que el Espíritu Santo hubiera. descendido sobre la congregación en la Habitación de Arriba, en forma de lenguas de fuego. Este era el mismo Pero que negó a Jesús tres veces por miedo. Desde el día en el que un creyente obtiene el beso de fuego, todo en él o ella cambia por completo; el impacto del fuego permanecerá en la persona por siempre.

Cuando ves a alguien que siempre está preparado para hacer la voluntad de Cristo y salir ahí fuera por Él, esa persona ha sido besada por el fuego. Por eso después de que Isaías recibiera el beso de fuego, lo único que podía oír era a Dios diciendo, “¿A quién enviaré, quién irá por nosotros?” y su respuesta fue, “Señor, envíame a mi”. (Isaías 6:1 – 8). Cuando eres besado por el fuego, empiezas a escuchar el latido del corazón de Dios en cuanto a las naciones del mundo, y tu respuesta es, “Señor, envíame a cualquier parte para hacer Tu obra, y yo iré”

Pablo hizo la obra de Dios con un gran entusiasmo. Ese entusiasmo vino a él en Hechos 9:3 – 6, cuando Jesús se le apareció en una gran luz de camino a Damasco. La luz no era de una bombilla eléctrica; provenía del fuego de Dios, y en el mome to en el que el cuerpo de Pablo la tocó, fue besado por el fuego y fue transformado para siempre. Desde ese momento, él hizo todo lo posible para hacer la voluntad de Dios.

La razón por la que a muchos Cristianos les resulta difícil hacer grandes cosas para Dios, es que no han sido besados por el fuego. Algunos de ellos quieren servir a Dios en capacidades más importantes, pero carecen del entusiasmo necesario porque no han sido besados por el fuego. Si eres un pastor, y quieres tener un ejército deseoso de unirse a ti para hacer grandes cosas para el reino, ora por ellos para que sean besados por el fuego. En el momento en el que ellos son besados por el fuego, el entusiasmo, el celo del Señor se apoderará de sus corazones y todo lo que desearán hacer es Su voluntad en todo momento.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor dame un beso de fuego hoy, en el nombre de Jesús.

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Amén