Memoriza: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.” 1 Juan 4:1
Lee: Mateo 16:13 – 23
La confesión de Pedro
(Mr. 8.27-30; Lc. 9.18-21)
13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? 14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. 15 Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro,[a] y sobre esta roca[b] edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. 19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos. 20 Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús el Cristo.
Jesús anuncia su muerte
(Mr. 8.31—9.1; Lc. 9.22-27)
21 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. 22 Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. 23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
BIBLIA EN UN AÑO: Lucas 16 – 18
MENSAJE
Para todo lo que hacemos, ya sea algo que decimos, una acción que tomamos, o una decisión que estamos tomando, hay un espíritu en nosotros que lo influencia. En Mateo 16:13 -23, Pedro estaba diciéndole a Jesucristo en un momento que Él es el Cristo, a lo que Jesucristo dijo esto no te lo ha podido revelar carne ni sangre, lo que significa que solo el Espíritu de Dios podía haberle revelado eso. Poco después, el mismo Pedro le dijo al Señor, “No morirás”, y el Señor se volvió a él y dijo, “Apártate de mi satanás” Esto nos dice que debemos siempre comprobar qué espíritus influencian nuestras acciones. Puedes ser un hombre de Dios muy poderoso, lleno del Espíritu Santo, y seguir siendo influenciado por el diablo.
Cuando lees en 1 Juan 4:1 que debes de comprobar todos los espíritus, no hagas simplemente una prueba en los espíritus de los demás; también comprueba los espíritus que te influencian a ti. Comprueba las cosas que estás haciendo, diciendo y creyendo, comprueba si están en línea con el Espíritu de Dios.
¿Cómo compruebas qué espíritu te está influenciando? Mateo 7:16 – 17 dice:
“Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.”
Esamina los frutos que estás dando. Examina si están en línea con el fruto del Espíritu en Gálatas 5:22 – 23.
Si lo que estás haciendo no muestra amor, no estás siendo influenciado por el Espíritu de Dios. Si estás haciendo algo que es contrario a la paz, es otro espíritu el que te está influenciando. Si un Cristiano decide hacer algo fuera de la voluntad de Dios porque no quiere sufrir por la volutnad de. Dios, está siguiendo la voluntad del diablo.
Debes de examinar siempre qué espíritu te está influenciando en cada momento. Una buena forma de saberlo es comprobar si tus decisiones y tus acciones están en línea con las varias expresiones del fruto del Espíritu enumeradas en Gálatas 5:22 – 23. Si no has nacido de nuevo, debes de entregar tu vida a Cristo para poder ser influenciado por Su Espíritu. Si eres un Cristiano y tus decisiones y acciones no reflejan el fruto del espíritu, vuelve sobre tus pasos para ser influenciado solamente por el Espíritu de Dios.
PUNTO CLAVE: Sopesa siempre tus pensamientos y acciones, con las expresiones del fruto del Espíritu enumeradas en Gálatas 5:22- 23.
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Amén