Memoriza: “Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.” Marcos 10:16
Lee: Génesis 27:18 – 33
18 Entonces este fue a su padre y dijo: Padre mío. E Isaac respondió: Heme aquí; ¿quién eres, hijo mío? 19 Y Jacob dijo a su padre: Yo soy Esaú tu primogénito; he hecho como me dijiste: levántate ahora, y siéntate, y come de mi caza, para que me bendigas. 20 Entonces Isaac dijo a su hijo: ¿Cómo es que la hallaste tan pronto, hijo mío? Y él respondió: Porque Jehová tu Dios hizo que la encontrase delante de mí. 21 E Isaac dijo a Jacob: Acércate ahora, y te palparé, hijo mío, por si eres mi hijo Esaú o no. 22 Y se acercó Jacob a su padre Isaac, quien le palpó, y dijo: La voz es la voz de Jacob, pero las manos, las manos de Esaú. 23 Y no le conoció, porque sus manos eran vellosas como las manos de Esaú; y le bendijo. 24 Y dijo: ¿Eres tú mi hijo Esaú? Y Jacob respondió: Yo soy. 25 Dijo también: Acércamela, y comeré de la caza de mi hijo, para que yo te bendiga; y Jacob se la acercó, e Isaac comió; le trajo también vino, y bebió. 26 Y le dijo Isaac su padre: Acércate ahora, y bésame, hijo mío. 27 Y Jacob se acercó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo, diciendo:
Mira, el olor de mi hijo,
Como el olor del campo que Jehová ha bendecido;
28 Dios, pues, te dé del rocío del cielo,
Y de las grosuras de la tierra,
Y abundancia de trigo y de mosto.
29 Sírvante pueblos,
Y naciones se inclinen a ti;
Sé señor de tus hermanos,
Y se inclinen ante ti los hijos de tu madre.
Malditos los que te maldijeren,
Y benditos los que te bendijeren.
30 Y aconteció, luego que Isaac acabó de bendecir a Jacob, y apenas había salido Jacob de delante de Isaac su padre, que Esaú su hermano volvió de cazar. 31 E hizo él también guisados, y se los llevó a su padre, y le dijo: Levántese mi padre, y coma de la caza de su hijo, para que me bendiga. 32 Entonces Isaac su padre le dijo: ¿Quién eres tú? Y él le dijo: Yo soy tu hijo, tu primogénito, Esaú. 33 Y se estremeció Isaac grandemente, y dijo: ¿Quién es el que vino aquí, que trajo caza, y me dio, y comí de todo antes que tú vinieses? Yo le bendije, y será bendito.
BIBLIA EN UN AÑO: Marcos 14
MENSAJE
“Determinarás asimismo una cosa, y te será firme, Y sobre tus caminos resplandecerá luz.” – Job 22: 28
El versículo anterior dice que cualquier cosa que tú decretes será establecida en tu vida. Esto significa que debes de tener cuidado con lo que decretas porque se cumplirá. Esta es la razón por la cual siempre me preocupo cuando veo a padres que dicen cosas negativas sobre sus hijos descuidadamente. Proverbios 22:15 dice que hay insensatez en el corazón de un niño; se que algunos hijos pueden ser traviesos, sin embargo, la forma de responder a su comportamiento será determinante en si esos niños serán buenos o irán a peor.
Como padre, ¿cómo respondes al comportamiento de tus hijos? Haces declaraciones negativas como, “eres un inútil; no puedes llegar a nada”, o declaraciones positivas como, “Estas destinado para maravillas y señales. No importa lo que el diablo pueda intentar, tú tendrás éxito”. Lo que dices es lo que sucederá. Hay un poder en tu lengua y este poder es incluso más potente sobre tus hijos porque vinieron al mundo a través tuyo. Como padre, Dios te ha dado el poder sobre el futuro de tus hijos, no quiere decir que puedes destruirlo, sino que puedes moldearlos hacia lo que Él quiere que lleguen a ser.
En nuestra lectura Bíblica de hoy, Jacob vino a Isaac, y consiguió una bendición. Tan pronto como se fue, Esaú vino e Isaac le dijo que había bendecido a Jacob y que él sería bendecido. Todo lo que pronuncies sobre tus hijos, especialmente cuando tus emociones están a flor de piel, quedará clavado y reforzado. Después de que Jacob consiguiera las bendiciones y estaba huyendo, se encontró con Dios en Génesis 28:12 – 22, y Dios no dijo nada sobre el hecho de que él había hecho trampas. Él no dijo, “Engañaste a tu hermano y pagarás por ello” Pensé que Jacob habría sido amonestado, pero Dios estableció la bendición que él obtuvo de su padre.
Por favor, decreta cosas buenas sobre tus hijos. Tanto si duele como si no, recuerda que cualquier cosa que digas sucederá en sus vidas. No digas algo que les afectará negativamente; te lamentarás después. Serás responsable de cada palabra que declares sobre tus hijos, y cualquier cosa que lleguen a ser se reflejará en ti también. Declara bendiciones sobre tus hijos en todo momento.
PUNTO CLAVE: Ten cuidado con lo que decretas sobre tus hijos.
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Amén