Devocional Cielos Abiertos para Adolescentes

LA LIBERTAD DEL CONTROLADOR

Memoriza: “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.” Gálatas 5:13

Lee: Gálatas 5:16 – 18

Las obras de la carne y el fruto del Espíritu

16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.

BIBLIA EN UN AÑO: Jeremías 16:16-18:23, 1 Tesalonicenses 4:1-5:3

MENSAJE

Hoy en día, muchos jovenes usan la palabra “libertad” cuando se trata de sus derechos como persona y sus elecciones. Ellos usan esta palabra para dar a entender que no tendría que haber límites o restricciones a su libertad. Sin embargo, me gustaría dejar claro que la libertad no es una licencia para el mal comportamiento, y tampoco es un concepto que connota la ausencia de responsabilidades.

La libertad no significa ser libre de hacer lo que quieras sin tener que rendir cuentas. Esto es porque hay consecuencias para cada acción. Por ejemplo, no puedes decir que quieres conducir un coche sin ser responsable de las cosas que están relacionadas con el acto de conducir un coche.

A medida que avanzas en la vida, quiere que te des cuenta de que cualquier libertada que no está acotada te meterá en problemas. Esta es la razón por la que tienes que vivir dentro de ciertos parámetros que están establecidos por tus padres y especialmente la palabra de Dios. Esto infundirá disciplina, compromiso y dedicación en ti, que son rasgos claves e imprescindibles para tu éxito.

PUNTO CLAVE: La libertad no significa ser irresponsable.

COMPARTE EL DEVOCIONAL
Comparte el Devocional de los Cielos Abiertos, en tus redes sociales. Al hacerlo, que el Cielo honre todas tus peticiones, incluidas las que aún están pendientes, con respuestas divinas desde lo alto, en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Amén