Memoriza: “ desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación” 1 Pedro 2:2
Lee: Colosenses 1:9 – 14
9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, 10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; 11 fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; 12 con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; 13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
BIBLIA EN UN AÑO: Isaías 45:11-48:11, Efesios 4:1-16
MENSAJE
Cuando nace un bebé, todo el vecindario lo celebra. A medida que el bebé empieza a comer de la leche de su madre o suplementos nutritivos, crece, alcanzado metas importantes tales como gatear, sentarse, saltar, que le crezcan los dientes, etcétera. Sin embargo, nos sorprenderíamos si un niño no crece la altura esperada a cierta edad. Por ejemplo, si un niño no esetá hablando a los cuatro años, sus padres empezarán a buscar ayuda médica.
Ocurre lo mismo con la fe en la vida de un nuevo convertido. Cuanto más estudia y medita el nuevo convertido, en la palabar de Dios, y la aplica a su vida, mejor se vuelve en todas las áreas. Lucas 2:52 dice; “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.”
Si Jesús estudió dura y oró en las montañas, solo para fortalecer Su relación con Dios, Su padre, entonces tu no tienes ninguna razón para dejar tu crecimiento a la suerte. Debes de trabajar en tu crecimiento intencionadamente para que puedas llevar frutos que agraden al Señor.
REFLEXIÓN: ¿Estás creciendo en el Señor?
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Amén