Memoriza: “Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo?” Salmos 11:3
Lee: Isaías 49:24 – 26
24 ¿Será quitado el botín al valiente? ¿Será rescatado el cautivo de un tirano? 25 Pero así dice Jehová: Ciertamente el cautivo será rescatado del valiente, y el botín será arrebatado al tirano; y tu pleito yo lo defenderé, y yo salvaré a tus hijos. 26 Y a los que te despojaron haré comer sus propias carnes, y con su sangre serán embriagados como con vino; y conocerá todo hombre que yo Jehová soy Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob.
BIBLIA EN UN AÑO: Isaías 22:1-24:23; Gálatas 2:17-3:9
MENSAJE
Las culturas y las tradiciones son muy bonitas, pero también pueden limitar el destino de una persona. Desde el siglo 17 hasta el siglo 19, cuando una mujer daba a luz gemelos, en una región en particular de Nigeria, los niños eran echados al río porque la creencia supersticiosa era que estos niños no eran normales. Si los niños sobrevivían de ser echados al río después de algunas horas, los indígenas creían que eran buenos y debían ser salvados. Gracias a Dios, una misionero Cristiana llamada Mary Slessor acabó con esta barbaridad de tradición; hoy; muchos gemelos están. consiguiendo grandes cosas en su generación. Hace tiempo, en mi familia, descubrí que una mujer solía morir pocos días después de dar a luz, especialmente cuando comía alguna comida preparada con aceite o sal. Me dijeron que esto era el resultado de una maldición.
Así que, investigué un poco más en mi historia familiar, he hice la restitución necesaria, y cancelé la maldición durante una sesión de ayuno y oración. Hoy, mi linaje está libre de esa maldición. Te animo a que hagas preguntas sobre la cultura de tu familia y sus tradiciones hoy por el bien de tu futuro.
PUNTO CLAVE. Conoce las tradiciones exixtentes entu familia para evitar limitaciones en el futuro.
COMPARTE EL DEVOCIONAL
Comparte el Devocional de los Cielos Abiertos, en tus redes sociales. Al hacerlo, que el Cielo honre todas tus peticiones, incluidas las que aún están pendientes, con respuestas divinas desde lo alto, en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Amén