Devocional Cielos Abiertos para Adolescentes

NO TENGAS PRISA

Memoriza: “Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.” Habacuc 2:3

Lee: Hebreos 5:8 – 9

Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;

BIBLIA EN UN AÑO: Isaías 15:1-18:7 Gálatas 1:1-24

MENSAJE

Siempre me da gran gozo el ver a gente joven que no tienen miedo de expresar sus convicciones en cuanto a su fe en Dios. en mis tiempos, muchos de nosotros no teníamos la confianza para decir públicamente lo que Dios nos había dicho. De hecho, si Dios estaba diciéndonos algo sobre nuestro pastor o iglesia, no podíamos encontrarnos con el pastor directamente para discutirlo. En vez de eso, escribíamos lo que Dios nos había dicho en un papel y se lo pasábamos al ujier para que se lo diera al pastor. La narrativa es diferente hoy en día, ya que muchos jovenes se han vuelto lo suficientemente valientes como para hablar sobre sus sentimientos, encuentros, experiencias y logros en Cristo.

Sin embargo, te animo a que sigas estando bajo la tutela de un pastor maduro espiritualmente y con el temor de Dios, hasta que llegue el momento correcto. Jesús tenía solo 12 años cuando empezó a discutir en el templo con los maestros y profesores de la ley, pero después del incidente de la Pascua, Él se centró en servir a Su padre, José, hasta que cumplió los 30.

Después de eso, Él empezó Su ministerio. Sin importar tu edad, el ser obediente al consejo y tutela del Espíritu Santo y aquellos que Dios ha puesto como maestros y mentores sobre ti, es importante. Esto te ayudará a permanecer en el reino.

PUNTO CLAVE: Céntrate en el proceso de aprendizaje antes de salir ahi fuera con lo que Dios te ha llamado a hacer.

COMPARTE EL DEVOCIONAL
Comparte el Devocional de los Cielos Abiertos, en tus redes sociales. Al hacerlo, que el Cielo honre todas tus peticiones, incluidas las que aún están pendientes, con respuestas divinas desde lo alto, en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Amén