Devocional Cielos Abiertos para Adolescentes

CUIDA DE TU VISIÓN

Memoriza: «La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz» Mateo 6:22

Lee: Lucas 11:33 – 36

La lámpara del cuerpo

33 Nadie pone en oculto la luz encendida, ni debajo del almud, sino en el candelero, para que los que entran vean la luz. 34 La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas. 35 Mira pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas. 36 Así que, si todo tu cuerpo está lleno de luz, no teniendo parte alguna de tinieblas, será todo luminoso, como cuando una lámpara te alumbra con su resplandor.

BIBLIA EN UN AÑO: Isaías 8:1-9:21 2 Corintios 12:1

MENSAJE

Los ojos son las puertas del cuerpo, dan a la mente acceso al mundo y ayudan a mostrarle al cuerpo en qué dirección debe moverse. Imagina lo incómodo que sería si tuvieras que trabajar o estar en la oscuridad.

Tristemente, muchos jovenes están dejando de cuidar sus ojos corriendo el riesgo de desarrollar problemas de vista o incluso quedarse ciegos. Dios hizo tus ojos para darte luz, y tú debes de cuidar de ellos.

Una de las principales formas en las que muchos jovenes son descuidados con sus ojos es pasando tiempo ilimitado con sus teléfonos o sus laptops, exponiendo así sus ojos a radiación electromagnética dañina. Esta es una de las razones por las cuales ellos luchan con problemas de salud en sus ojos a temprana edad. Por la gracia de Dios, aunque tengo 82 años ya, nunca he usado gafas graduadas. Uso aparatos electrónicos para asegurarme de que controlo el tiempo que estoy delante de la pantalla.

Por ejemplo, uso mi Biblia en formato de libro para mi tiempo de quietud, que pueden ser joras, pero cuando estoy predicando por menos de una hora, uso la aplicación de la Biblia en mi teléfono para maximizar el tiempo.

Para que tus ojos estén sanos, debes de controlar el tiempo que pasas delante de la pantalla, comer comida rica en vitamina E, y descansar tus ojos a menudo.

REFLEXIÓN: ¿Cómo harás la obra de Dios si pierdes tu vista?

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Amén