Devocional Cielos Abiertos para Adolescentes

DIOS ODIA LA APOSTASÍA

Memoriza: “Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.” Lucas 9:62

Lee: Hebreos 10:35 – 39

35 No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; 36 porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.

37 Porque aún un poquito,

Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.

38 Mas el justo vivirá por fe;

Y si retrocediere, no agradará a mi alma.

39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.

BIBLIA EN UN AÑO: Isaías 1:1-2:22, 2 Corintios 10:1-18

MENSAJE

Los apóstatas son personas que vuelven a su antiguo estilo de vida después de haber nacido de nuevo. Ese tipo de personas le dan la espalda a Dios para perseguir sus propios deseos. El apostatar es un proceso gradual, y empieza en el corazón.

Un ejemplo de apóstata en la Biblia es Demas (2 Timoteo 4:10). Él empezó con Dios como seguidor del Apóstol Pablo, pero desafortunadamente, él apostató. Ojalá tu tengas un buen final, en el nombre de Jesús. Dios no odia a los apóstatas; Él solo odia el acto de apostatar. La Biblia dice en 2 Pedro 2:21: “Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado.”

Quiero que examines tu vida hoy. ¿Cuáles son las cosas buenas que estabas habiendo antes, que ya no haces? ¿Has dejado de predicar como lo solías hacer? ¿Has reducido tu tiempo de oración y estudio con el Espíritu Santo? ¿Cuando fue la última vez que tuviste un ayuno personal? ¿Has dejado de servir en la casa de Dios? Si has apostatado, arrepiéntete ahora y pídele a Dios que tenga misericordia de ti, antes de que sea demasiado tarde.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, ayúdame a servirte hasta el final.

COMPARTE EL DEVOCIONAL
Comparte el Devocional de los Cielos Abiertos, en tus redes sociales. Al hacerlo, que el Cielo honre todas tus peticiones, incluidas las que aún están pendientes, con respuestas divinas desde lo alto, en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Amén