Devocional Cielos Abiertos

MANEJANDO EL ÉXITO

Memoriza: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” 1 Pedro 5:8

Lee: 1 Samuel 18: 6 – 5

Saúl tiene celos de David

Aconteció que cuando volvían ellos, cuando David volvió de matar al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel cantando y danzando, para recibir al rey Saúl, con panderos, con cánticos de alegría y con instrumentos de música. Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían:

Saúl hirió a sus miles,

Y David a sus diez miles.

Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino. Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David.

10 Aconteció al otro día, que un espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl, y él desvariaba en medio de la casa. David tocaba con su mano como los otros días; y tenía Saúl la lanza en la mano. 11 Y arrojó Saúl la lanza, diciendo: Enclavaré a David a la pared. Pero David lo evadió dos veces.

12 Mas Saúl estaba temeroso de David, por cuanto Jehová estaba con él, y se había apartado de Saúl; 13 por lo cual Saúl lo alejó de sí, y le hizo jefe de mil; y salía y entraba delante del pueblo. 14 Y David se conducía prudentemente en todos sus asuntos, y Jehová estaba con él. 15 Y viendo Saúl que se portaba tan prudentemente, tenía temor de él.

BIBLIA EN UN AÑO: Jeremías 51 – 52

MENSAJE

Discutí ayer sobre como lidiar con el fracaso de manera adecuada. Sin embargo, lidiar con el fracaso adecuadamente, no es el único factor que puede afectar al éxito en la vida; también se necesita aprender a manejar el éxito correctamente. Muchas personas han acabado fracasando en la vida, porque no supieron cómo manejar su éxito.

En 1957, un hombre ganó 57.000 libras en la lotería, en aquellos tiempos, podías comprar un piso en Londres con una pequeña parte de esa suma de dinero. Un día, en los años 80, en algún lugar de la zona oeste de Nigeria, vi a un hombre vestido con harapos, sentado al lado de un edificio que estaba medio colapsado. Le pregunté al conductor que me llevaba, “¿Quién es ese hombre?” Él dijo, “Ese es el hombre que ganó 57.000 libras en 1957” El hombre había sido muy próspero, pero no supo como manejar su prosperidad, así que acabó siendo pobre. Un proverbio popular inspirado por Proverbios 21:20 dice que un tonto y su prosperidad son separados rápidamente. Si una persona no es lo suficientemente sabia para manejar el éxito, puede convertirse en el principio de un gran fracaso.

No te emociones demasiado cuando venga el éxito. Muchas personas empiezan a regocijarse y a ir de fiesta después de la victoria, olvidándose de que el diablo nunca se relaja. Lo que realmente sucede es que el diablo se vuelve más decidido a acabar con esa gente. No te pierdas las reuniones de oración o tu devocional personal, porque estás celebrando la victoria. Sí, ganaste la batalla, pero el enemigo no está muerto aún; él sigue vagando y buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8). Debes de incrementar tu compromiso con Dios después de cada victoria y no al revés.

El diablo sabe que después del éxito, la gente normalmente se relaja, así que él suele atacarles durante esos periodos. Después de que David matara a Goliat, él puso al Rey Saúl en su contra. Fue después de que Elías hiciera descender fuego del cielo que Jezabel juró matarle (1 Reyes 19:1 – 3). Cuando consigues el éxito en algo en particular, no debes de relajarte. Debes de permanecer alerta y listo para la batalla. No permitas que el éxito te distraiga del objetivo final para el que Dios te ha llamado.

Uno de los mayores éxitos que tenemos en la Iglesia Cristiana Redimida de Dios es el programa de evangelismo llamado Lekki 98, en el que más de seis millones de personas se reunieron en un lugar para adorar a Dios. Inmediatamente después de ese programa, doblamos nuestros esfuerzos misioneros, enviando misioneros a nuevos territorios. De inmediato, empezamos a planear la segunda edición del programa, y a día de hoy, hemos realizado programas mucho más grandes porque doblamos los esfuerzos y no nos relajamos después de nuestro éxito.

PUNTO CLAVE: Cuando llega el éxito, ese es el tiempo de trabajar más, no de relajarse.

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Amén