Devocional Cielos Abiertos para Adolescentes

EL REY NABUCODONOSOR

Memoriza: “Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.” Santiago 4:6

Lee: Daniel 4:28 – 33

28 Todo esto vino sobre el rey Nabucodonosor. 29 Al cabo de doce meses, paseando en el palacio real de Babilonia, 30 habló el rey y dijo: ¿No es esta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad? 31 Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; 32 y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiere. 33 En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves.

BIBLIA EN UN AÑO: Ezra 10:1-44; 1Corintios 6:1-20

MENSAJE

El Imperio Babilónica fue un gran reino que fue gobernado por reyes poderosos. En la lectura Bíblica de hoy, vemos que el Rey Nabucodonosor era rico y honrado por su pueblo. Esto le hizo arrogante hasta el punto de que el se jactaba de sus logros y todo lo que había conseguido. Él se había olvidado de que Dios entrona y destrona, y solo Él da el poder y las riquezas. Por lo tanto, Dios humilló a Nabucodonosor, por siete años, él perdió la cordura y vivió como un animal. Cuando finalmente recuperó su cordura, él reconoció la soberanía de Dios.

Una lección clave a aprender de la vida de este rey es que es peligroso ser humillado por Dios. Si tú eres humilde delante de Dios, Él te promocionará. Sin embargo, si Él te humilla, Él quizás lo haga a través de un incidente que dejará huella en tu vida.

Cuando Dios humilla a una persona, ésta se ridiculiza delante de los demás. Imagina todo un rey que vivió en un gran palacio, comiendo yerba del campo. No hay nada que tu tengas que no te haya sido dado. Nunca puedes llegar a ser nada en la vida a no ser que Dios lo permita. Por lo tanto, aprende a ser humilde, y dale a Él toda la gloria. Incluso cuando la gente te alabe a ti, tu devuélvele la gloria a Dios.

PUNTO CLAVE:Es mejor ser humilde que permitir que Dios te haga humilde.

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Amén