Memoriza: “ Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.” Hebreos 12:11
Lee: Génesis 25:29 – 34
29 Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado, 30 dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom.[a] 31 Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. 32 Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? 33 Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura. 34 Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.
BIBLIA EN UN AÑO: Jeremías 4 – 5
MENSAJE
Cuando estaba en secundaria, mi profesor nos dijo que todo ser humano venía al mundo con una almohada de sufrimiento que debía de usar antes de dejar esta tierra. Puedes elegir usar tu almohada de sufrimiento cuando eres joven para que puedas disfrutar de la vida cuando seas mayor, o puedes dejarla intacta y disfrutar cuando eres joven. Sin embargo, debes de entender que ciertamente usarás esa almohada cuando seas viejo.
Si decides usar tu almohada de sufrimiento cuando eres joven, te pondrás bajo una estricta disciplina. Estudiarás mientras que otros están jugando, atenderás vigilias mientras que otros están de fiesta, edificarás tu carácter mientras que otros están en vicios, y ahorrarás mientras que otros se gastan lo que ganan. El versículo a memorizar de hoy dice que los periodos de disciplina quizás no parezcan placenteros, pero traen paz y tranquilidad en el futuro. Aquellos que no se ponen bajo disciplina pronto en sus vidas, ciertamente tendrán sus almohadas de sufrimiento esperándoles en el futuro. La elección es tuya, sufrir la disciplina ahora, o enfrentarte a las consecuencias de ser un indisciplinado después.
“Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu.” – Eclesiastés 7:8
Tu final es más importante que como empiezas. No importa si vienes de una familia pobre, lo que importa es que no mueras pobre. No importa si tu ibas de camino al infierno; lo que importa es que acabes en el cielo. No intercambies tu mañana por obtener hoy un placer que dura un rato. Esaú tenía hambre, e intercambió su derecho como primogénito por un plato de potaje; él intercambió las bendiciones generacionales por un simple plato de potaje. Hoy, hubiéramos estado hablando del Dios de Abraham, Jacob y Esaú, pero Esaú le dio su posición a Jacob porque quería comer potaje. Quizás digas que Esaú fue tonto, pero muchas personas están haciendo lo mismo hoy en día. hay personas que estaban destinadas a ser grandes profetas pero nunca cumplieron su destino por cinco minutos de inmoralidad sexual. Algunos dueños potenciales de negocios multinacionales intercambiaron el trabajar en sus ideas de negocios por dormir un rato más cada noche.
El coste de la disciplina hoy, es nada comparado con sus ganancias en el futuro.
REFLEXIÓN: ¿Estoy pasando ahora, por la disciplina que es necesaria para un mejor futuro?
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Amén