Devocional Cielos Abiertos

CRECIENDO EN FE

Memoriza: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” Hebreos 11:6

Lee: Marcos 11:12 – 24

Maldición de la higuera estéril

12 Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre. 13 Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos. 14 Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos.

Purificación del templo

15 Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; 16 y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno. 17 Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. 18 Y lo oyeron los escribas y los principales sacerdotes, y buscaban cómo matarle; porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba admirado de su doctrina. 19 Pero al llegar la noche, Jesús salió de la ciudad.

La higuera maldecida se seca

20 Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. 21 Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado. 22 Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. 23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.

BIBLIA EN UN AÑO: Isaías 38 – 40

MENSAJE

La fe viene a través de la palabra de Dios (Romanos 10:17). Cuanto más estudias la palabra de Dios, mas grande se hace tu fe. También, cuando Dios te habla directamente, tu fe aumenta. Por ejemplo, cuando Abraham escuchó a Dios hablarle a él directamente sobre tener muchos hijos, su fe se agitó (Génesis 15:5 – 6). Hay un gran poder en estudiar la palabra de Dios y en escuchar Su voz.

cuando le pedí a Dios un pequeño apartamento en los suburbios de Lagos, Él me dijo que él me daría una ciudad en vez de eso. Esto me sonó ridículo, pero escucharlo directamente de Él edificó tanto mi fe que empecé a decirle a la gente lo que Dios me había dicho. Para que tu fe crezca realmente, no solo estudia la palabra y ora; busca el escuchar de parte de Dios en cuanto a tu vida. Una vez que le escuches a Él darte una promesa, Su voz causará un resurgir de tu fe.

Además, así como haces crecer tus músculos con el ejercicio físico, haz crecer tu fe ejercitándola también. Si crees en Dios para algo y no das pasos de acción en dirección a aquello en lo que crees, tu fe no crecerá. Cuando decidí creer que pagar diezmos atraería bendiciones a mi vida, pasé a la acción y pagué mis diezmos. Descubrí que Dios, de forma sobrenatural, mejoró mis finanzas después de hacer esto. Inmediatamente, mi fe creció. Entonces supe sin ninguna duda que pagar tus diezmos atrae las bendiciones de Dios a tu vida, pero no llegué a ese nivel de fe hasta que actué con la poca fe que tenía al principio. A medida que crees en Dios por pequeñas cosas y las ves cumpliéndose, tu fe crecerá para las cosas más grandes; atrévete a hacer cosas que son más grandes que tu capacidad humana, sabiendo que sirves a un Dios sin límites. Salta y deja que él te atrape. Cuanto más veces hagas esto y tengas éxito, más fuerte será tu fe.

Finalmente, los testimonios también hacen crecer tu fe. Escuchar el testimonio de alguien edifica la fe en ti para entender que Dios también puede moverse por ti. Muchas personas han testificado en nuestro Servicio del Espíritu Santo, que obtuvieron su milagro porque escucharon el testimonio de alguien. Empecé a operar en salud divina. cuando escuché el testimonio de un hombre que estaba totalmente encorvado y Dios le sanó por completo. Desde el día que escuché ese testimonio, supe que Dios puede sanar todas las enfermedades, así que confié en Él por completo para mi salud. Escucha más testimonios; busca testimonios de gente que han pasado por lo que tu estás pasando. Al escuchar sus testimonios, tu fe aumentará, y tu también obtendrás tu milagro.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, ayúdame a hacer crecer mi fe en Ti, continuamente.

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Amén