Memoriza: «Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?» Génesis 4:9
Lee: 1 Juan 4:20
20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?
BIBLIA EN UN AÑO: 2 Reyes 3:1-4:17 Hechos 14:8-28
MENSAJE
«En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia.» – Proverbios 17:17
El versículo anterior no anula el amor de los amigos, de hecho, dice que ellos aman siempre. Sin embargo, algunos amigos casi nunca, o rara vez están ahí para ayudar cuando llegan los momentos duros. No puedes negar la verdad en este texto porque sucede en el mundo hoy en día. Se espera de ti que cuides de tus hermanos porque, a diferencia de los amigos, compartes lazos de sangre con ellos.
La Biblia sigue diciendo en 1 Juan 4:21 que si dices amar a Dios, debes de amar a tu hermano. No puedes amar a Dios, a quien no ves físicamente, y odiar a tu hermano o hermana, con quien compartes el mismo techo. Antes de que puedas amar a Dios y a otras poersonas, debes de amar a la gente con la que vives, tus padres y tus hermanos. No es suficiente decir que les quieres; tienes que mostrarlo con acciones. Puedes orar por ellos, corregirles sin juzgarles, perdonarles cuando te ofenden, cuidar de ellos, darles soporte moral, hacerles saber que les escuchas y les ves, ser su confidente y el mejor amigo, etcétera.
Los amigos vienen y van, pero la familia permanece. No apartes a tus hermanos de tu vida, el amor que muestras por ellos, con el tiempo, determinará cómo será tu relación con ellos. No seas como Caín.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Haz un esfuerzo consciente para mejorar tu relación con tus hermanos.
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Amén