Devocional Cielos Abiertos

PASA TIEMPO CON ELLOS – 1

Memoriza: “Corona de los viejos son los nietos, Y la honra de los hijos, sus padres.” Proverbios 17:6

Lee: Deuteronomio 11:19 – 21

19 Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes, 20 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas; 21 para que sean vuestros días, y los días de vuestros hijos, tan numerosos sobre la tierra que Jehová juró a vuestros padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra.

BIBLIA EN UN AÑO: Salmos 73 – 77

MENSAJE

Un gran peligro de esta generación es que los padres están demasiado ocupados con el trabajo que descuidan a sus hijos. Es absolutamente incorrecto que la ayuda doméstica o las niñeras pasen más tiempo con los hijos que sus padres. 1 Corintios 15:33 dice que la comunicación malvada corrompe las buenas maneras. Los hijos aprenden de aquellas personas con las que más se comunican. Si eres un padre, se lo debes a Dios el criar a los hijos que Él te ha dado y no darle esa responsabilidad a otra persona.

Hoy en día, es casi como si las parejas estuvieran compitiendo entre ellos en cuanto a quien hace más dinero. Así que mientras que los hombres trabajan fuera, las mujeres también están trabajando, dejando a los hijos sin un cuidado adecuado. Los padres y las madres deben de estar ambos disponibles para criar a los hijos que Dios les ha dado. El legado que Dios espera que dejes son los hijos que él ha puesto a tu cuidado, y esto no está limitado a tus hijos biológicos. Los padres son solo cuidaddores, y si dañan lo que se les ha puesto bajo su cuidado, pagarán caro por ello.

Hubo momentos en los que quise jugar al fútbol con mis amigos cuando era un niño, pero gracias a Dios que mi madre estaba siempre en casa para decirme que entrara a estudiar mis libros. Pensé que ella estaba siendo mala conmigo, pero ella estaba construyendo en mi la habilidad de ignorar las distracciones y centrarme en mis objetivos. El miedo al castigo de mis padres también me puso en mi sitio mientras que crecía. Mi hermano mayor era bastante fuerte, pero el día que le vi llorando cuando mi padre le disciplinó, decidí que nunca haría nada que pudiera hacer que mi padre me disciplinara.

Algunos hijos desarrollan malos hábitos bajo el techo de sus padres. Sin embargo, los padres solo lo averiguan años más tarde, y para entonces, solo la gracia de Dios puede hacerles cambiar. Si eres un padre, no estés demasiado ocupado para enseñar a tus hijos lo que Dios te ha dado. Cuando dejes este mundo, los coches que condujiste y las casas que compraste no importarán; lo que realmente importará son los hijos que dejaste atrás. Hay un dicho africano que dice, “Si te niegas a edificar a tu hijo porque estás construyendo tu casa, el hijo que no construyó la casa que tu construiste la venderá” Como padre, los hijos que Dios te ha dado tienen que ser tu prioridad, no las posesiones materiales.

REFLEXIÓN: ¿Cuánto tiempo pasas con tus hijos cada día?

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Amén