Memoriza: «Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;» Colosenses 4:2
Lee: Marcos 1:30 – 36
30 Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella. 31 Entonces él se acercó, y la tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella les servía.
Muchos sanados al ponerse el sol
32 Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; 33 y toda la ciudad se agolpó a la puerta. 34 Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.
Jesús recorre Galilea predicando
35 Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. 36 Y le buscó Simón, y los que con él estaban;
BIBLIA EN UN AÑO: 2 Reyes 22 – 23
MENSAJE
La oración es un arma muy poderosa que Dios nos ha dado para una comunicación constante con Él. Con lo poderosa que es esta arma, es una pena que muchas personas no la usan para nada, mientras que algunos que sí lo hacen, fallan en aprovecharla al máximo.
La primera cosa que debes de poner en práctica para orar de manera efectiva es centrarte; todas las distracciones deben de apartarse. El diablo sabe que necesitas estar completamente concentrado para aprovechar tu tiempo de oración al máximo, y esta es la razón por la que sueles recordar algunas cosas que no son importantes y que pueden distraerte, durante tus oraciones. Una de las razones por las que ves a muchos hombres de Dios orando cuando todo el mundo está dormido es que no quieren que se les distraiga. En Marcos 1:35, Jesucristo se levantó antes de la madrugada para orar mientras que los demás estaban durmiendo. Él fue a un lugar apartado para orar. Debes de intentar quitar toda distracción. Encuentra un lugar apartado donde puedas siempre ir a orar. Este lugar apartado puede ser tu dormitorio o cualquier otro lugar sin distracciones.
Todo aquel que no va a un lugar apartado para orar de manera regular, al final se enfriará espiritualmente. Estoy diciendo esto por experiencia. Hace muchos años, Dios me llamó la atención al hecho de que me estaba enfriando. Él me preguntó, «¿Cuando fue la última vez que pasaste tiempo de calidad en mi presencia? ¿Te acuerdas cuando solías adorarme en tu coche tanto que mi presencia llenaba el coche, y tenías que aparcar a un lado de la carretera porque las lágrimas cubrían tus ojos?» Respondí, «Si Señor, me acuerdo, pero eso era antes de que tuviera un chófer. Si te adoro tanto ahora y mi chófer ve las lágrimas en mis ojos, él pensará que pasa algo malo» Él respondió, «Oh, ¿entonces ahora es mi culpa porque te he dado un chófer?» Rápidamente pedí perdón. Esa noche, dejé la casa cuando todo el mundo estaba dormido, para orar en el auditorio. En el momento que empecé a adorarle, mis lágrimas empezaron a caer. Había estado orando todo ese tiempo, pero la diferencia principal era que no había estado yendo a un lugar apartado para orar, y eso me había enfriado espiritualmente. Ahora, he adoptado el hábito de orar en lugares apartados, y mi fuego ha aumentado considerablemente como resultado.
LLAMADA A A LA ACCIÓN: Asegúrate de orar a menudo en un lugar apartado.