Memoriza: «No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.»1 Juan 2:15
Lee: Génesis 3:6 – 11
6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. 7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.
8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. 11 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol del que yo te mandé no comieses?
BIBLIA EN UN AÑO: Deuteronomio 5:1-6:25 Lucas 7:11-35
MENSAJE
El verstirse, en el mundo de hoy en día, se ha convertido principalmente en una declaración de estatus, una forma de seducir, o un intento de encajar. Ninguna de estas cosas están en la mente de Dios cuando se trata del vestirse. El propósito principal de Dios es cubrir tu desnudez y glorificarle a Él. Desafortunadamente, estos propósitos están perdiéndose poco a poco en las mentes de los jóvenes porque estamos en la era de la inmodestia y el materialismo. La primera ropa fabricada por Dios mismo para los primeros seres humanos, Adán y Eva, fue para cubrir su desnudez. (Génesis 3:21)
Por lo tanto, para horar a Dios con tu forma de vestir, debes de ser modesto. Ser modesto significa ir vestido de manera apropiada, de tal manera que ninguna parte sensible de tu cuerpo se pueda ver. Como mujer, tus muslos, escote, pecho, cintura y estómago deben de estar apropiadamente cubiertos. Tu ropa interior tampoco debe de trasparentarse. Como chico, no se espera que tus muslos, pecho, estómago o brazos, estén expuestos para que todos los vean. quiero que sepas que si tu honras a Dios con tu forma de vestir, él también te honrará a ti (1 Samuel 2:30b).
PUNTO CLAVE: Enumera cinco tendencias de moda que no glorifican a Dios y decide no vestirte así nunca.