Memoriza: «Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos.» Mateo 20:22
Lee: Mateo 20:21 – 23
21 Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. 22 Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos. 23 Él les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre.
BIBLIA EN UN AÑO: Rut 1 – 4
MENSAJE
Los últimos dos días, he estado compartiendo algunas lecciones sobre Filipenses 3:10, y hoy, profundizaré un poco más. El Apóstol Pablo dijo claramente que él quería conocer la comunión de los sufrimientos de Jesús. en otras palabras, él quería participar en los sufrimientos de Jesucristo. Los Cristianos normales no oran este tipo de oración; la oración del Cristiano normal suena como sigue, «Dios sáname, libérame, dame un coche, prospérame, promocióname, hazme fructífero» No escucharás a un Cristiano normal orando, «Dios hazme sufrir por ti» Oro para que tu dejes la compañía de lo ordinario hoy y entres en la compañía de los extraordinario, en el nombre de Jesús. Pablo fue un gran ejemplo de un Cristiano extraordinario. Él estaba ansioso por conocer a Dios y sufrir por el evangelio de Jesucristo.
Romanos 8:16 – 17 dice;
«El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.»
Es cuando sufrimos con Jesús que podemos glorificarle. Pablo dijo «Que ningún hombre me cause molestias, llevo en mi cuerpo las marcas de Jesucristo» (Gálatas 6:17). En otras palabras, él estaba diciendo, «Tengo las cicatrices para mostrar que yo he sufrido con Él».
Dios glorifica a aquellos que participan de los sufrimientos de Cristo. Es simplemente como un hombre responsable cuya mujer sufrió con él durante los tiempos difíciles. Cuando las cosas se ponen mejor, no habrá nada que el dinero pueda comprar, que él no quiera comprar para ella. Una de las razones por las que valoro a mi mujer tanto hoy, es porque cuando renuncié de mi trabajo de profesor y me mudé en medio de la nada, diciéndole a todo el mundo que era una ciudad que Dios había prometido para mi, ella se vino conmigo. Fue duro, pero ella me apoyó todo el tiempo y compartió mi sufrimiento. Ahora que las cosas están mejor, ella está compartiendo en la gloria.
¿Estás buscando oportunidades para experimentar la comunión del sufrimiento de Jesús? ¿Has sufrido con Él en alguna forma? Felicidades si dijiste que «Si» sinceramente a estas preguntas, porque cuando es tiempo de ser glorificado, serás glorificado con Jesús. Si tú, sin embargo, estás entre aquellos que lo niegan, recuerda que Él dijo que él también negará a aquellas personas delante de Su Padre en el Cielo (Mateo 10:33).
PUNTO DE ORACIÓN: Señor, quiero conocer la comunión de Tu sufrimiento. Por favor déjame participar en Tu sufrimiento.