Memoriza: «Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.» Apocalipsis 4:11
Lee: Génesis 50:15 – 21
Muerte de José
15 Viendo los hermanos de José que su padre era muerto, dijeron: Quizá nos aborrecerá José, y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos. 16 Y enviaron a decir a José: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo: 17 Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque mal te trataron; por tanto, ahora te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró mientras hablaban. 18 Vinieron también sus hermanos y se postraron delante de él, y dijeron: Henos aquí por siervos tuyos. 19 Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? 20 Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. 21 Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón.
BIBLIA EN UN AÑO: Jueces 11 – 13
MENSAJE
Los veinticuatro ancianos en el cielo dejaron claro en el versículo a memorizar de hoy que fuimos creados para complacer a Dios. Cuando vivimos para nosotros mismos solamente, nos negamos el propósito de nuestra existencia. Cuando una persona vive para Dios, él o ella no abusa de ningún privilegio u oportunidad.
José es un buen ejemplo de alguien que vivió para Dios y los demás, particularmente sus hermanos. Incluso cuando ellos al final le pagaron con mal, su servicio desinteresado le hizo ir más allá y encontrarles y darles entregarles su comida cuando no pudo localizarles al principio. Él se podía haber ido a casa con todas las provisiones que llevó con él, pero no lo hizo. Puedes encontrar la historia en Génesis 37:13 – 28. El amor de José por Dios causó que rechazara las proposiciones sexuales de la mujer de su amo. Él no podía soportar hacer nada que no complaciera a Dios, y esto le hizo decir en Génesis 39:9;
«No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?»
Además, su amor por la gente le hizo interpretar sueños para sus compañeros de celda, lo que le llevó a convertirse en Primer MInistro de Egipto. cuando al final llegó al poder, él no tuvo en cuenta las dificultades por las que había pasado debido a la crueldad de sus hermanos cuando le vendieron como esclavo. El amor de Dios en él le hizo darse cuenta de que sus sufrimientos servían un propósito más importante para Dios y la humanidad. Él dijo en Génesis 50:20;
«Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.»
Nuestro padre en el cielo quiere que vivamos una vida desinteresada para que podamos conseguir la plenitud de Su propósito para nuestras vidas. Aquellos que son egoístas se están menospreciando a sí mismos sin saberlo.
Moisés, aunque vivió en la afluencia del palacio del Faraón, decidió sufrir con sus hermanos (los israelitas) y al final los salvó de la atadura liderándoles fuera de Egipto (Hebreos 11:24 – 27). Su altruismo aseguró que él cumpliera el propósito de Dios para su vida y la nación de Israel al completo. Amado, empieza a vivir más allá de ti mismo, y tendrás la plenitud de la gracia de Dios para prosperar de forma divina, tanto espiritual como físicamente.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, desde hoy, por favor ayúdame a vivir desinterasadamente, en el nombre de Jesús.