Memoriza: «Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja.» Habacuc 2:1
Lee: Salmos 119:101 – 105
101 De todo mal camino contuve mis pies,
Para guardar tu palabra.
102 No me aparté de tus juicios,
Porque tú me enseñaste.
103 ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!
Más que la miel a mi boca.
104 De tus mandamientos he adquirido inteligencia;
Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.
Nun
105 Lámpara es a mis pies tu palabra,
Y lumbrera a mi camino.
BIBLIA EN UN AÑO: Números 33 – 36
MENSAJE
Para vivir y sobrevivir en esta tierra, necesitas más que comida. Jesús dijo en Mateo 4:4, que necesitas toda la palabra que procede de la boca de Dios. Esto implica que debes de poner mucha atención en escuchar a Dios de manera regular. Muchas personas piensan que la oración es una carretera de un solo sentido, esto quiere decir que, van a Dios, le cuentan sus problemas, y eso es todo. No!, Lo parte más importante de la oración es escuchar lo que Dios tiene que decir en cuanto a las situaciones. Es la entrada de Su palabra la que trae luz (Salmos 119:130).
Muchas veces, cuando me enfento a situaciones difíciles, y clamo a Dios para que me ayude y Él no dice nada, digo, «Estoy en problemas», y continúo clamando a Él. Cuando al final escucho de parte de Él, entonces se que el problema está solucionado. Incluso si lo que escucho es una reprimenda, el hecho de que Él está contestando muestra que Él me ha escuchado, y que algo va a suceder.
La Biblia registra en 1 Samuel 30:1 – 18, cómo David y sus hombres habían perdido a los miembros de su familia y sus posesiones, que habían sido robados por los amalaquitas, y cómo ellos recuperaron todo después de buscar dirección de parte de Dios. Fue un momento muy oscuro para ellos, antes de que Dios les hablara. Los hombres habían llorado mucho y estaban tan abatidos que comenzaron a considerar la posibilidad de matar a David. Menos mal que David actuó sabiamente y buscó el rostro de Dios para saber qué hacer, y cuando ellos actuaron según el consejo de Dios, ellos recuperaron todo.
En el versículo a memorizar de hoy, Habacuc dijo f que él vigilará para ver que le responderá Dios. Amado, ¿qué te está diciendo Dios sobre esa petición de oración que has puesto delante de Él? ¿Qué está diciendo Dios sobre tu familia, tu futuro, tu carrera? Si eres un hijo de Dios, debes de tener en cuenta que Dios también quiere hablarte sobre tu situación. Desafortunadamente, muchos creyentes fallan en esperar en Él para escuchar lo que Él tiene que decirles.
En Jeremías 33:3, Dios dijo, «Clama a mí, y yo te responderé,» Él no dijo «quizás te responda» o «pensaré en contestarte». Él dijo «Yo te responderé». Así que, cuando vayas a Él en oración, dile, «Señor, no descansaré hasta que me hayas respondido»
PUNTO CLAVE: Lo más importante de la oración es escuchar lo que Dios tiene que decir sobre la situación.