Memoriza: «¿No volverás a darnos vida, Para que tu pueblo se regocije en ti?» Salmos 85:6
Lee: Joel 2:28 – 32
Derramamiento del Espíritu de Dios
28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. 29 Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.
30 Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. 31 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová. 32 Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.
BIBLIA EN UN AÑO: Levítico 26 – 27
MENSAJE
El avivamiento está quí y solo aquellos que están preparados serán parte de él. Dios está haciendo algo nuevo y Él quiere usar vasijas dispuestas, no solo pastores y hombres de Dios, sino también a todo aquel que está lleno con el Espíritu Santo. Si no has sido bautizado todavía en el Espíritu Santo, deberías de pedirle a Él el bautismo. Un gran avivamiento está aquí, y Él no quiere usar a los pastores solamente; Él quiere usar a todos Sus hijos que están dispuestos y disponibles. La pregunta, sin embargo, es, ¿estás listo para ser usado por el Maestro?
Hay dos cosas importantes que necesitas hacer para estar listo para ser usado por el Maestro en este avivamiento. Se enumeran en 2 Timoteo 2:21
«Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.«
La primera cosa que debes de perseguir es purgarte de toda iniquiedad – debes de ser santificado. La santificación viene a través del estudio constante y la dependencia en la palabra de Dios (Juan 17:17)
La segundo es que, debes estar preparado para trabajar. Dios no puede usarte si eres vago, Él solo usa a gente que están preparados para trabajar duro. Proverbios 18:9 dice:
«También el que es negligente en su trabajo Es hermano del hombre disipador.»
Dios describe a la persona perezosa como los mismo que alguien que está echado a perder. Dios no malgastará Su unción en ti si eres perezoso. Cuando él te da la unción, no es momento de relajarse sino el tiempo de trabajar más duro.
Amado, es necesario trabajar duro para convertirse en un campeón, pero se hay que trabajar aún más duro para retener ese puesto. Cuando estás esforzándote por llegar a ser un campeón, haces estiramientos y entrenas vigorosamente. Una vez te has convertido en campeón, de repente te das cuenta de que desde ese momento, todo el mundo quiere ir a por tu corona y quitártela. Claramente, es mejor no haberse convertido en campeón que ser un ex-campeón mientras sigues estando en tu mejor momento. La pena de un ex-campeón no son las magulladuras en su cuerpo, es la vergüenza de caminar por las alles y ver a aquellos que le vitoreaban como campeón, darle la espalda de repente.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, cuando Tú estés buscando gente para usar para Tu gloria, por favor no me pases de largo.