Memoriza: “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” 1 Pedro 1:8
Lee: Hechos 3:1 – 8
Curación de un cojo
3 Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración. 2 Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo. 3 Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna. 4 Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos. 5 Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo. 6 Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. 7 Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos; 8 y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.
BIBLIA EN UN AÑO: Levítico 22 – 23
MENSAJE
La lectura Bíblica de hoy empieza con un verbo en pretérito perfecto “subieron”. Esto implica que después del incidente que sucedió anteriormente, algo nuevo está sucediendo. Hechos 2 nos habla sobre el día de Pentecostés y como todo el mundo en la habitación de arriba fue lleno del Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas, según el Espíritu les daba las palabras. Ahora, ese entonces se refiere a algo que estaba a punto de suceder en las vidas de Pedro y Juan como resultado de ese incidente. Claramente, esto era el obrar milagros.
Cuando eres bautizado por el Espíritu Santo, llevas un poder divino dentro de ti. Tienes el poder de obrar milagros, sanar al enfermo, resucitar a los muertos. Desafortunadamente, muchos Cristianos se bautizan y se conforman con simplemente hablar en lenguas. Tu recibiste más que eso cuando fuiste bautizado en el Espíritu Santo, tu recibiste el poder de ir y hacer la obra de Dios.
Hace muchos años, oré a Dios por muchas semanas por el poder para hacer Su obra, pero Él no respondió. Al final, una noche, Él me dijo que siguiera en quietud y empezó a hacerme algunas preguntas. “¿Has sido bautizado en el Espíritu Santo?, yo dije “Si”, Él dijo, ¿Qué está escrito en Hechos 1:8?”, lo sabía de memoria, así que cité el versículo para Él. Entonces Él dijo, “Tu recibiste poder después de tu bautismo en el Espíritu Santo”, Yo respondí, “Señor, pero no me siento poderoso”. Él respondió, “¿Acaso yo he dicho que debes vivir según los sentimientos?”
La mañana siguiente, me trajeron un niño enfermo para que orar por él. Tenía miedo, pero entonces recordé la conversación que había tenido con Dios la noche anterior, así que impuse mis manos sobre el niño y oré. Poco después sentí que el niño se entumecía, y dentro de mi pensé, “¿Se ha muerto este niño?”. Cuando acabé de orar y abrí mis hijos, me di cuenta de que el nicño estaba dormido. La madre dijo que el niño no había dormido en días, pero ahora, ella estaba seguro de que Dios había sanado a su hijo.
Ve ahí fuera y usa el poder que Dios ya te ha dado, si no, se quedará dormido. Cuando me di cuenta de que había recibido poder de parte de Dios, tenía hambre por imponer las manos sobre los enfermos. Así es como llegué al estado donde muchos grandes milagros se suceden a través de mi hoy. He estado usando el poder que Dios me dio desde que fui bautizado en el Espíritu Santo y ha estado creciendo desde entonces.
PUNTO CLAVE: Si has recibido el bautismo del Espíritu Santo con la evidencia de hablar en lenguas, empieza a usar el poder que Dios te ha dado.