Memoriza: “Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.” Salmos 5:3
Lee: Isaías 26:9
9 Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.
BIBLIA EN UN AÑO: Génesis 18:16-19:38; Mateo 6:25-7:14
MENSAJE
Cuando desarrolles el hábito de empezar cada día con Dios, tendrás una fuete de la que puedes extraer fuerzas durante todo el día. Los psicólogos dicen que se necesitan tres semanas para formar un hátigo, y otras tres semas antes de que se arraigue. Esto significa que la persona puede hacer de orar por la mañana un rutina en solo seis semanas. Estos son tres pasos que debes de seguir si quieres hacer del orar por la mañana una rutina en tu vida:
- Haz un propósito firme: Empezar sin estar totalmente decidido hará más difícil que el comprometerse a hacer algo. También, tener una persona a la que rendir cuentas puede ayudarte cuando se trata de desarrollar nuevos hábitos. Puedes pedir a un amigo que te anime y te recuerde tu propósito.
- Nunca permitas excepciones: No permitas que los pensamientos de “solo esta vez” entren en tu mente. Usa toda oportunidad para practicar tu nuevo hábito. Siempre que llegue la hora que tu has apartado para orar, empieza orando de inmediato; no pierdas tiempo.
- Depende de Dios: Estás en una batalla espiritual, y solo puedes tener éxito con la ayuda de Dios. Por lo tanto, pídele Su ayuda y depende de Él para que te ayude a desarrollar el hábito de empezar cada día con Él.
Un hábito es como una bola de hijo: cada vez que la tiras al suelo, se deshilacha Haz un esfuerzo consciente para empezar cada día con Jesús.
PUNTO CLAVE: Asegúrate de que siempre empiezas tu día con Dios.