Devocional Cielos Abiertos

HABLAR ES BARATO

Memoriza: «En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,» Hechos 1:1

Lee: Mateo 23:1 – 7

Jesús acusa a escribas y fariseos

23 Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen. Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí.

BIBLIA EN UN AÑO: Apocalipsis 12 – 14

MENSAJE

Hablar es barato. He visto un incontable número de personas hablar sobre cosas que son buenas, pero cuando se trata de practicarlas, no se les puede encontrar. Hay muchos Pastores que predican sermones «poderosos» en el altar, pero en casa, no practican lo que predican. Hablar es barato, por eso solo la gente barata se queda en el nivel de hablar.

Si le digo a alguien que conducir demasiado rápido no es seguro y después yo lo hago, ¿el hecho de que hable de ello me exime de las consecuencias? Si hablas muy bien sobre la importancia de orar pero no oras, todos los problemas que persiguen a los que no oran te seguirán persiguiendo. Esta es la razón por la que muchas personas que conocen las Escrituras, parece que la palabra de Dios no da fruto en sus vidas. Muchas veces, es porque solo conocen la Escritura pero no la viven.

«En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,» Hechos 1:1

El pasaje anterior muestra como Jesús vivió su primera «obra» antes de que Él enseñara: Si aún no has hecho esa cosa de la que hablas, entonces no deberías de enseñarla. Si es tan valioso como dices que es, entonces tú eres el primero que debe de hacerlo. Nosotros que predicamos el evangelio debemos de tener en cuenta que Santiago 3:1 dice que los maestros recibirán el juicio más estricto. Esto es porque si enseñas algo, Dios espera de ti que ya lo estés practicando tú mismo. Cuando enseñas lo que no haces, esto es hipocresía. Hay muchas personas que se descarrilan cuando ven a un maestro de la palabra que no practica lo que enseña. Ojalá que nadie vaya al infierno porque tú mostraste un mal ejemplo, en el nombre de Jesús. Mateo 18:6 dice:

«Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.»

Si realmente crees en lo que enseñas, practicalo. Si no puedes practicarlo, entonces deja de enseñarlo.

PUNTO CLAVE: El hablar por hablar sobre algo no hace que te beneficies de ello. Practicar lo que hables si que da beneficios.