Memoriza: «Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.» Deuteronomio 28:2
Lee: Génesis 22:1 – 18
Dios ordena a Abraham que sacrifique a Isaac
22 Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. 3 Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo. 4 Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos. 5 Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros. 6 Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos. 7 Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? 8 Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.
9 Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. 10 Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. 11 Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 12 Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. 13 Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. 14 Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá.[a] Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto.
15 Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, 16 y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; 17 de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. 18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
BIBLIA EN UN AÑO: Apocalipsis 4 – 7
MENSAJE
Una bendición es una manifestación de todas las fuerzas en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, ayudando a alguien. Cuando Dios bendice a alguien, todo – familia, carrera, finanzas y todo lo demás estará obrando para bien en esa persona. Si realmente quieres que Dios te bendiga, necesitas saber como atraer Sus bendiciones. Salmos 115:3 dice que dios es soberano, Él hace según Su voluntad. él puede bendecir a cualquier persona que Él decida bendecir, Él puede bendecir a un joven más que a un anciano, él es Dios.
En nuestro versículo a memorizar, la palabra de Dios lo deja claro: «Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.»
Deuteronomio 11:26 – 28 sigue diciendo:
«He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido.»
La elección que haces entre vivir en santidad y cometer pecado, determina lo que tu atraes a tu vida – ya sean bendiciones o maldiciones. Si vives en santidad, atraerás las bendiciones de Dios, si eliges vivir en pecado, atraerás maldiciones. ¿Cuál eliges?
Las bendiciones no vienen sin una causa. En Génesis 27:1 – 4, Isaac le dije a Esaú que preparara una comida muy buena que le satisfaciera, para poder bendecir al chico antes de morir. Aunque era Esaú el que había de ser bendecido, Jacob, quien llevó la comida primero, consiguió la bendición. Él provocó la bendición para si mismo haciendo algo que agradó a su padre. Si quieres que Dios te bendiga, haz Su voluntad y complácele siempre. Para conseguir esto, debes de vivir una vida de santidad. Si te niegas a vivir en santidad, olvídate de atraer las bendiciones de Dios.
No confundas el tener dinero con las bendiciones divina. Una persona que está verdaderamente bendecida tiene paz completa y prosperidad.
PUNTO CLAVE: La santidad es atrae las bendiciones de Dios.