Memoriza: «Mi justicia tengo asida, y no la cederé; No me reprochará mi corazón en todos mis días.» Job 27:6
Lee: Apocalipsis 3:10 – 13
10 Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. 11 He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. 12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. 13 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
BIBLIA EN UN AÑO: Hebreos 1 – 4
MENSAJE
«En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.» Juan 14:2
Dios está preparando un lugar para ti. Sin embargo, si sigues cometiendo pecado y sintiéndote bien con eso, lo siento, no tienes lugar en el cielo. El lugar que Él está preprando en el cielo es solo para aquellos que vivne en santidad y sin mancha ni arruga. Él vuelve solo a por estas personas, que serás presentadas ante Él como Su novia (Efesios 5:27).
Es interesante sin embargo, saber que Jesús quizás esté preparando una mansión con el nombre de alguien grabado, pero la persona quizás no esté en esa mansión al final, mientras que otra persona toma su lugar. Por eso Apocalipsis 3:11 dice: « He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.»
En los dias en los que creer en Jesucristo era considerado un delito en cierto país, algunos soldados arrestaron a cinco jóvenes Cristianos, justo cuando hacía mucho frío, los soldados golpearon a estos cinco chicos y los enviaron a un lago congelado. Los soldados encendieron un fuego para mantenerse calientes y les dijeron a estos chicos, «Todo lo que necesitas hacer es venir a la lumbre de esta hoguera, ponerte la ropa y negar a Cristo». Después de un rato, los chicos empezaron a congelarse en el agua del algo. Cuando estaban a punto de morir congelados, una de los chicos levantó su mano y le dijo a los soldados que ya no era Cristiano. Ellos le dijeron que viniera al fuego. Cuando empezó a ir hacia la hoguera, Dios abrió los ojos de uno de los soldados y vio cinco ángeles, cada uno llevando una corona, esperando a que estos chicos dieran su último aliento para coronarles y darles la bienvenida de vuelta a casa. Cuando el chico que negó a Jesús empezó a caminar para salir del lago, su angel se fue con su corona. El soldado lloró, «Angel espérame, yo tomaré su corona». El soldado se quitó las ropas, saltó al lago, murió con los otros cuatro y tomó la corona del joven.
Empezar una carrera es una pequeña consecuencia, lo que realmente importa es si llegas a la linea de meta.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, no importa el precio que tenga que pagar, no permitas que yo pierda mi corona. No permitas que yo no llegue al cielo Señor.