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JUAN EL AMADO

Memoriza: «Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús.» Juan 13:23

Lee: Juan 13:21 – 28

Jesús anuncia la traición de Judas

21 Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu, y declaró y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. 22 Entonces los discípulos se miraban unos a otros, dudando de quién hablaba. 23 Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús. 24 A este, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quién era aquel de quien hablaba. 25 Él entonces, recostado cerca del pecho de Jesús, le dijo: Señor, ¿quién es? 26 Respondió Jesús: A quien yo diere el pan mojado, aquel es. Y mojando el pan, lo dio a Judas Iscariote hijo de Simón. 27 Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto. 28 Pero ninguno de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo esto.

BIBLIA EN UN AÑO: Filemón 1, Tito 1 – 3

MENSAJE

Siguiendo con mi estudio de como convertirse en favorito de Dios, encontré que había otro discípulo que también siguió a Jesús en el día que fue crucificado. Fue este discípulo el que ayudo a Pedro a acceder al patio que vemos en Juan 18:15 – 16. Este otro discípulo aparentemente fue Juan el Amado, que es como se presentó a sí mismo en tercera persona en el texto registrado en el evangelio. Cuando lees Juan 19:26 – 27, encuentras que fue Juan quien llevó a la madre de Jesús a su propia casa. Cualquiera que cuida de tu madre debe de ser muy cercano a ti.

Siempre he dicho que cuando describes a alguien como un Cristiano fanático, esto simplemente significa que esta persona ama al Señor más que tu. En Juan 20:1 – 8, la Biblia nos dice que cuando trajeron las noticias a los Apóstoles, de que Jesús había resucitado, Juan fue el primer Apóstol en llegar a la tumba. En Juan 13:21 – 26, cuando los discípulos quisieron saber quien traicionaría al Señor, Pedro hizo señas a Juan diciéndole que le preguntara a Jesús, porque sabía que Juan era el que era el más cercano a Él. Trece personas estaban en la mesa y dos de ellas estaban hablando en un código que las otras no pudieron entender. Juan estaba tan cerca de Jesús que podía descansar su cabeza en el pecho de Jesús (Juan 13:23).

En nuestra lectura Bíblica de hoy, vemos que es solo Juan a quien Jesús confía la identidad de quien le traicionaría. Jesús confiaba en Juan con Sus secretos. Cuando Dios puede confiarte Sus secretos te convierte en una persona extremadamente cercana a Él. Jesús hizo de Juan Su confidente, por eso encuentras que en Apocalipsis 1:1 – 20, fue Juan el Amado a quien Jesús eligió para revelar la historia de lo que sucedería al final de los tiempos, miles de años antes del tiempo. En Apocalipsis 10:4, hay cosas que Jesús reveló a Juan que él dijo que eran solo para sus oídos.

Cuando verdaderamente amas a Dios, querrás buscar y cumplir el principal deseo de Su corazón que es atraer almas a Su reino.

REFLEXIÓN: ¿Amas a Dios lo suficiente como para recostar tu cabeza en Él?