Memoriza: « Y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice Jehová, para librarte.» Jeremías 1:19
Lee: Jueces 13:2 – 5
2 Y había un hombre de Zora, de la tribu de Dan, el cual se llamaba Manoa; y su mujer era estéril, y nunca había tenido hijos. 3 A esta mujer apareció el ángel de Jehová, y le dijo: He aquí que tú eres estéril, y nunca has tenido hijos; pero concebirás y darás a luz un hijo. 4 Ahora, pues, no bebas vino ni sidra, ni comas cosa inmunda. 5 Pues he aquí que concebirás y darás a luz un hijo; y navaja no pasará sobre su cabeza, porque el niño será nazareo a Dios desde su nacimiento, y él comenzará a salvar a Israel de mano de los filisteos.
BIBLIA EN UN AÑO: Hechos 16 – 17
MENSAJE
Todo aquel que nace de nuevo tiene grandeza en él o ella, así que si has nacido de nuevo, felicitaciones, porque dentro de ti hay potencial para convertirte en un campeón. Tu edad no tiene nada que ver con ello en absoluto. Dios le dijo a Jeremías que Él le conocía antes de que fuera formado en el vientre de su madre, así que quizás no seas conocido ahora, pero llegará un día en el que serás conocido. Los campeones divinos no son luchadores sin miedo, pero tienen corage. No permiten que el miedo les venza, en vez de eso, confían solamente de Dios.
Para ser un campeón divino, debes de adorar a Dios y ver cada montaña como una oportunidad de testimonio: así fue como David venció a Goliat y se convirtió en campeón. Los campeones divinos siempre hacen las cosas con todo su corazón y siempre se ríen los últimos porque se enfrentan a cada batalla en el nombre del Señor. Un campeón divino siempre dirá, «puede hacerse, todo irá bien, y Dios intervendrá». El lenguaje de un ganador es positividad porque creen en lo que está escrito en Filipenses 4:13:
«Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.»
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, gracias por hacerme un campeón divino.