Devocional Cielos Abiertos

CUANDO DIOS TE ELOGIA

Memoriza: «Clemente y misericordioso es Jehová, Lento para la ira, y grande en misericordia.» Salmos 145:8

Lee: Salmos 8: 1 – 6

La gloria de Dios y la honra del hombre

Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de David.

¡Oh Jehová, Señor nuestro,

Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!

Has puesto tu gloria sobre los cielos;

De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza,

A causa de tus enemigos,

Para hacer callar al enemigo y al vengativo.

Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,

La luna y las estrellas que tú formaste,

Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,

Y el hijo del hombre, para que lo visites?

Le has hecho poco menor que los ángeles,

Y lo coronaste de gloria y de honra.

Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;

Todo lo pusiste debajo de sus pies:

BIBLIA EN UN AÑO: Juan 18 – 19

MENSAJE

De vez en cuando, Dios elogia a Sus hijos; Él les dice que Él está contento con ellos. Cuando esto te suceda a ti, no te llenes de orgullo porque Él solo está siendo cortés. La Biblia dice que Dios es perfecto y Él espera perfección (Mateo 5:48). Efesios 5:25 – 27 deja claro que Jesucristo vuelve a por una novia sin mancha ni arruga. ¿Eres ya perfecto? Si Dios dice; «Bien hecho mi hijo, lo estás haciendo bien», Él solo está siendo cortés. En Job 1:8, Él dijo que Job era un hombre recto y perfecto, pero entonces en Job 30:1, Job dijo cosas que un hombre justo no debería decir. Cuando Dios le contó como justo, Él solo estaba siendo cortés con él. En Números 12:3, está escrito sobre Moisés que él era el hombre más manso en la tierra, pero era bien conocido por su temperamento violento. El elogio de Dios es solo una extensión de Su gracia. Nunca debes de dejarte llevar por ello; si lo haces; te darás cuenta de que no eras realmente digno para empezar.

La Biblia dice claramente en Romanos 9:15 – 16:

«Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.»

No son las obras y el esfuerzo que pones en ello lo que te hacen justo. ES cierto que debes de poner todo tu empeño; sino, quizás ni siquiera tengas la oportunidad de ser elogiado en absoluto, pero el esfuerzo no te justifica. Es solo la misericordia de Dios la que te justifica. Nunca te olvides de eso. Cuando Dios elogia a una persona, los esfuerzos de la persona darán mejores resultados que sus acciones. Cuando empieces a ver que esto sucede en tu vida, debes de recordar que es solo porque Dios decidió tener misericordia de ti. No empieces a pensar que eres perfecto, porque no lo eres. En vez de eso, dale gracias a Él por Su misericordia. Reconoce tus debilidades delante de Él e incluso delante de la gente. Dale toda la gloria a Él y no a tus esfuerzos porque sin Él, no puedes hacer nada (Juan 15:5).

PUNTO CLAVE: El elogio de Dios es un llamado a ser más humilde a trabajar más duro.