Memoriza: «Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.» Mateo 5:16
Lee: Daniel 1:1 – 8
Daniel y sus compañeros en Babilonia
1 En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió. 2 Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su dios. 3 Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes, 4 muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos. 5 Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante del rey. 6 Entre estos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá. 7 A estos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel, Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego.
8 Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.
BIBLIA EN UN AÑO: Juan 11 – 12
MENSAJE
En la lectura Bíblica de hoy, Daniel y sus amigos brillaron más que los demás hios de Judá y fueron elegidos para estar al servicio del rey en Babilonia. Dios quiere que Sus hijos brillen como estrellas, y es el deber de los padres preparar a sus hijos para la experiencia de brillar. Por eso le doy siempre gracias a Dios por mi madre, quien hizo un buen trabajo animándome a estudiar incluso cuando otros niños estaban jugando. Soy lo que soy hoy por la gracia de Dios y los esfuerzos de mi madre.
Tu también puedes brillar si trabajas duro. No pierdas el tiempo en cosas sin importancia cuando hay otras cosas muchas más provechosas que puedes hacer. Si has de brillar, debes de también esforzarte por obtener la bendición de tus padres (tanto los biológicos como los espirituales) sirviéndoles y honrándoles. Daniel fue diligente como esclavo y al final se convirtió en ministro de Babilonia (Daniel 1 – 2).
PUNTOS DE ORACIÓN: Padre, que mi luz brille en el nombre de Jesús.