Devocional Cielos Abiertos

ACUÉRDATE DE MI OH SEÑOR

Memoriza: «Acuérdate de mí, oh Jehová, según tu benevolencia para con tu pueblo; Visítame con tu salvación,» Salmos 106:4

Lee: Salmos 106:4 – 5

Acuérdate de mí, oh Jehová, según tu benevolencia para con tu pueblo;

Visítame con tu salvación,

Para que yo vea el bien de tus escogidos,

Para que me goce en la alegría de tu nación,

Y me gloríe con tu heredad.

BIBLIA EN UN AÑO: Juan 3 – 4

MENSAJE

Muchas veces oramos y parece que Dios ni siquiera puede escuchar nuestras oraciones, menos aún contestarlas. Incluso nos parece que las oraciones de otras personas son contestadas fácilmente y nos preguntamos cuál es la ofensa que hemos cometido para que Dios no nos conteste. En Génesis 30, la Biblia dice que Raquel no tuvo ningún hijo para Jacob mientras que Lea había dado a luz varios hijos para él, incluso ya mayor. Debía de parecer que Dios no estaba escuchando las oraciones de Raquel, pero en el versículo 22, la Biblia dice: «Y se acordó Dios de Raquel, y la oyó Dios, y le concedió hijos.»

Un punto de oración principal por el que debes orar cuando parece que Dios no está escuchando tu oración es, «Acuérdate de mi Oh Señor». La primera cosa que sucede cuando Dios se acuerda de una persona es que las oraciones de la persona son contestadas. Si has estado orando por un milagro u otro, y no has obtenido respuesta, Dios se acordará de ti este mes, en el nombre de Jesús. Salmos 65:2 dice: «Tú oyes la oración; A ti vendrá toda carne.»

Dios escucha las oraciones pero la Biblia dice que si Él ha de contestar, hay ciertas condiciones que se deben cumplir. Por ejemplo, en Isaías 55:6, la Biblia dice que debes de buscar al Señor mientras que Él pueda ser encontrado y clamar a Él mientras que Él esté cerca. Así pues, quizás hayas estado orando por un tiempo, sin ni siquiera estar seguro de que Él está cerca o no, porque no puedes verle, pero cuando Él decide acordarse, Él mismo se acercará a ti.

La segunda cosa que sucede siempre que Dios se acuerda de alguien es que las puertas empiezan a abrirse para la persona. Quizás hayas estado llamando a algunas puertas que han permanecido cerradas para ti, pero Aquel que se acordó de Raquel, es quien tiene la llave de David; cuando Él abre, ningún hombre puede cerrar y cuando Él cierra, nadie pueda abrir (Apocalipsis 3:7). Si el enemigo te ha cerrado una puerta, en el nombre que está por encima de todo nombre, en este mismo día, será abierta. Todo lo que necesitas es que Dios se acuerde de ti. El Señor se acordará de ti hoy cuando ores, en el nombre de Jesús.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor acuérdate de mi y contesta a mis oraciones hoy.