Devocional Cielos Abiertos

EL CAMINO HACIA ADELANTE

Memoriza: “Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto.” Proverbios 4:18

Lee: Lucas 5:1 – 7

La pesca milagrosa

Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.

BIBLIA EN UN AÑO: Mateo 21 – 22

MENSAJE

Jesús es el Camino hacia adelante. En Lucas 5:1 – 7, Pedro había pescado toda la noche pero no había conseguido nada. Él no era perezoso, pero aún así se consideraba un fracaso. Cuando Jesús subió a su bota sin embargo, de repente, hubo un camino hacia adelante. Así como Pedro, muchas personas se encuentran dando círculos yendo a ninguna parte. Cuando Jesús entra en tu barca, tu movimiento hacia adelante se acelerará.

Uno de mis hijos vino a mi diciendo, “Padre, he estado estancado en el mismo sitio por doce años. Me he presentado como candidato para un trabajo en una empresa y ahora tengo una entrevista, así que necesito oración para tener éxito”. Estaba a punto de orar por él cuando dijo, “No, no ores, simplemente di una palabra”, así que dije, “Ve, y la entrevista irá bien”. Él dijo amén y se fue. Volvió al día siguiente muy contento. “Padre, me preparé para la entrevista como nunca. Cuando llegué ahí, solo me hicieron tres preguntas, – Cuál es tu nombre; A que puesto te estás presentando; Cuando puedes empezar – les dije que podía empezar mañana” Le di la enhorabuena y él dijo, “No, declara otra palabra”, y lo hice. Al día siguiente, vino otra vez temblando, “Padre, conseguí mi nuevo puesto de trabajo y me dijeron que el Director había dimitido; entonces me pidieron ser el nuevo Director” Otra vez él me pidió que declara una palbra, así que lo hice. Al día siguiente él volvió. Esta vez, casi no podía ni hablar. “Padre, ellos descubrieron que su Director había dimitido porque la competencia le pagaba el doble de su salario, y como no quieren que yo me vaya, me han duplicado el salario”. Le di la enhorabuena de nuevo, y él dijo, “No, declara la palabra”. Esta vez, le dije bromeando, “¿Quieres quitarle la empresa a sus dueños?”

Cuando era maestro en la universidad, tuve un chofer, pero entonces, de alguna forma, a mediados del mes, no tenía dinero ni para echar gasolina al coche, hasta tal punto que tenía que pedirle prestado al chofer, cuyo salario pagaba yo. Yo tenía un buen sueldo, pero de alguna forma, estaba estancado en la vida. Entonces conocí a Cristo y todo cambió – no porque yo hiciera algo brillante, sino simplemente porque di mi vida a Cristo y empecé a vivir una vida de santidad. Esta puede ser tu historia también, si haces lo mismo.

PUNTO CLAVE: Con Jesús en tu bota, el éxito está asegurado.