Memoriza: «Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza.» Isaías 25:1
Lee: Filipenses 2:9 – 10
9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
BIBLIA EN UN AÑO: Mateo 12 – 13
MENSAJE
A Jesús cláramente le gustan los nombres, tal y como indica nuestra lectura Bíblica de hoy, Su nombre está por encima de todo nombre. Jesús se hace llamar a Sí mismo por varios nombres, algunos de ellos son «el Hijo del hombre» (Mateo 18:11), «La Puerta» (Juan 10:7), «Pan de Vida» (Juan 6:35) y a veces, Él incluso combina varios nombres juntos. Por ejemplo, Él combinó dos nombres en Juan 11:25, tres nombres en Juan 14:6, cinco nombres en Isaías 9:6 y ocho nombres en Apocalipsis 1:8.
Todo el mundo conoce a Dios como Dios, pero cuando la gente se acerca más a Él, empiezan a llamarle por otros nombres que nacen de las experiencias con Él. Por ejemplo, en Génesis 22:14, a Abraham se le ocurrió Jehova Jire, porque Dios milagrosamente proveyó un cordero cuando él necesitaba hacer un sacrificio. En Éxodo 17:15, a Moisés se le ocurrió «Jehová Nisi» porque Dios le ayudó con la batalla en contra de los amalaquitas y prometió borrar su recuerdo de la faz de la tierra.
Dios disfruta cuando le llaman por nombres basados en cómo Él se ha revelado a Si mismo a ti. Cuando era más joven solíamos ponernos motes entre nosotros. Por ejemplo, podías llamar a tu hijo Ad, pero él podía hacerse llamar Adesco. Así pues, si decides enviar a Ade a hacer un recado y quieres que él esté contento de hacer el recado, entonces le llamarás Adesco. De la misma manera, cuando estás tratando con Dios, y quieres que Él haga algo por ti, llámale por un nombre que esté relacionado con aquello que quieres, y verás como Él se mueve conforme al nombre con el que le has llamado. Él mismo estableció este principio. En Éxodo 15:26, cuando Dios estaba diciéndole a los israelitas que no se infectarían con las enfermedades de los egipcios, él acabó su declaración presentándose con uno de Sus nombres a ellos; Él dijo, «Yo soy el Señor que les sanó». En Éxodo 3:14, cuando Moisés preguntó el nombre de Dios, Él se presentó como «Yo soy el que Soy». Este era un nombre general que se les dio a los israelitas porque en su viaje, ellos necesitaban muchas dimensiones de Dios. En diferentes momentos, ellos necesitaron que Dios les proveyera, les protegiera y les sanara, incluso que hiciera un camino para ellos. Así pues, si quieres que Dios se mueva en una dimensión en particular, llámale por el nombre que está relacionado con lo que quieres que Él haga por ti.
REFLEXIÓN: ¿Cuál es ese nombre que tienes para Dios basado en tus experiencias con Él?