Memoriza: « Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona.» Levítico 17:11
Lee: Hebreos 12:22 – 24
22 sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, 23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, 24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.
BIBLIA EN UN AÑO:Isaías 50 – 52
MENSAJE
La sangre no solo es importante en la vida del hombre, sino también muy sagrada a los ojos de nuestro creador, el Dios Todopoderoso. Es tan sagrado que la Biblia dice que cualquiera que derrame sangre, su sangre también será derramada (Génesis 9:6). El primer lugar donde vemos a Dios enojado con alguien que derramó la sangre de otro es en Génesis 4, en el caso del asesinato de Abel por parte de su hermano Caín. El Dios Todopoderoso dijo:
¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. Ahora pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. – Génesis 4:10-11
La santidad de la sangre se puede ver más en nuestro versículo para memorizar. La vida de la carne está en la sangre y por eso la sangre de Jesús puede hacer expiación por nuestros pecados y redimirnos de la condenación eterna que espera a todos los pecadores.
Sin embargo, muchas personas han mostrado un total desprecio por la santidad de la sangre. Muchos practican o fomentan el aborto de embarazos no deseados, asesinatos rituales, canibalismo, etc. Algunos han dicho mentiras que llevaron a otros a perder la vida. Algunos malversaron fondos que deberían haberse utilizado para construir carreteras u hospitales, lo que provocó accidentes de tráfico fatales y pérdida de vidas debido a servicios médicos deficientes como resultado de una financiación inadecuada. Los criminales derraman sangre con impunidad sin considerar la posición de Dios Todopoderoso con respecto a tales actos.
Amado, ¿eres culpable de sangre? Debes arrepentirte hoy porque la sangre es muy sagrada y Dios no perdonará a los pecadores impenitentes que están atrapados en la culpa del derramamiento de sangre. La buena noticia es que Jesucristo, nuestro Redentor, pagó por todos nuestros pecados, incluida la culpa de sangre, como encontramos en nuestra lectura bíblica de hoy. En el momento en que una persona reconoce que Jesucristo murió por nuestros pecados y resucitó para que podamos tener vida eterna, esa persona se salva de todos los pecados, incluida la culpa de sangre del pasado.
Acéptalo como tu Señor y Salvador, y tus pecados serán completamente perdonados.
PUNTO DE ACCIÓN: Ora para que Dios te limpie de todos sus pecados, incluido el de la culpa de sangre.