Memoriza: «porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.» Filipenses 2:13
Lee:Gálatas 5:22 – 23
22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
MENSAJE
Hay algunas actitudes que poseemos que son buenas y malas a la vez. Por ejemplo, un joven al que le gusta hablar e imparte sabiduría puede parecer muy confianza y listo, pero si no se le supervisa, puede convertirse en un charlatán y caer presa del enemigo. Sin embargo, con la ayuda del Espíritu Santo, la persona será capaz de controlarse. La templanza, también conocida como autocontrol requiere moderación, restricción y la habilidad de decir «No» a los deseos inmorales y las lujurias carnales. Una de las pruebas de que el Espíritu Santo está obrando en tu vida es la habilidad de controlar tus pensamientos, palabras y acciones. No es que te estás volviendo débil de voluntad; más bien te estás volviendo más consciente de quien eres en Cristo.
Cuando tengas autocontrol, te resultará fácil tolerar a la gente y resultará difícil provocarte. Incluso cuando te provoquen, encontrarás una mejor forma de comunicar tus emociones. Oro para que el Espíritu de Dios guíe tus acciones siempre, especialmente en las situaciones difíciles, en el nombre de Jesús.
PUNTO CLAVE: La templanza (autocontrol) puede evitar que seas insensato.