Memoriza: «Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.» Gálatas 6:10
Lee: Mateo 25:34 -40
34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. 37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
BIBLIA EN UN AÑO: Cantares 1 – 4
MENSAJE
Es un hecho que todo ser humano, sin importar qué tan inteligente o alto sea su puesto, en un momento u otro necesitará ayuda para hacer frente a algunas circunstancias. Tal situación que deja incapacitada a una persona de grandes recursos suele ser del tipo que el dinero, la autoridad y la influencia no pueden resolver. En esos momentos, a la persona le queda la opción de pedir la intervención divina a través de oraciones desesperadas al Dios Todopoderoso. Oro para que cuando invoques el nombre del Señor en el día de la angustia, Él te responda con fuego, en el nombre de Jesús.
Sin embargo, si quieres que tus oraciones sean contestadas, tienes una responsabilidad con los pobres y necesitados que te rodean. Nuestro versículo para memorizar de hoy dice que, según tengamos la oportunidad, debemos ser una bendición para todos los seres humanos, especialmente para los de la familia de la fe. Cualquiera que despiadadamente desprecie las necesidades de los débiles e indefensos es malvado. Los tales serán ignorados en el día de la angustia, sin importar cuán desesperadamente clamen por ayuda (Proverbios 21:13).
El punto del devocional de hoy es que tenemos la responsabilidad de cuidar a los necesitados que nos rodean. ¿Cuándo fue la última vez que ayudaste a los necesitados que te rodean? ¿Cuándo fue la última vez que hiciste sacrificios para satisfacer las necesidades de otras personas? Recuerde, la Biblia citó el cuidado de los demás como una de las condiciones para hacer el cielo como vimos en nuestra lectura bíblica de hoy. Nuestro Señor Jesús describió cómo Sus seguidores que alimentan a los hambrientos, son hospitalarios con los extraños, visten a los desnudos, cuidan a los enfermos y visitan a los presos serán bendecidos por Dios y se les otorgará la vida eterna. Fue más allá al decir que en la medida en que estas buenas obras se hagan a cualquiera de Sus hermanos, se considera que las obras se le hicieron directamente a Él y viceversa.
Todos los creyentes y la Iglesia en su conjunto no deben dejar a los pobres y necesitados a merced del gobierno. El Cuerpo de Cristo no deberíamos fallar en nuestra responsabilidad de cuidar a los menos privilegiados entre nosotros. Recuerda, si sabes hacer el bien pero no lo haces, te será contado como pecado (Santiago 4:20).
PUNTO DE ACCION: Únase a mí para alabar al Señor mientras mi esposa, una mujer completamente entregada al cuidado de los necesitados, celebra hoy su cumpleaños.