Devocional Cielos Abiertos

BENDICIONES DIVINAS I

Memoriza: «La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella.» Proverbios 10:22

Lee: Génesis 26:12 – 17

12 Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová. 13 El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso. 14 Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia. 15 Y todos los pozos que habían abierto los criados de Abraham su padre en sus días, los filisteos los habían cegado y llenado de tierra. 16 Entonces dijo Abimelec a Isaac: Apártate de nosotros, porque mucho más poderoso que nosotros te has hecho.

17 E Isaac se fue de allí, y acampó en el valle de Gerar, y habitó allí.

BÍBLIA EN UN AÑO: Proverbios 18 – 20

MENSAJE

La bendición divina se puede describir como un mandato de Dios que hará que todas las fuerzas en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra favorezcan a un individuo o grupo de personas. Una persona o un grupo de personas divinamente bendecidos tendrán éxito donde otros están fallando. Por ejemplo, en nuestra lectura bíblica de hoy, Isaac sembró durante una hambruna y cosechó cien veces más. En otras palabras, tuvo éxito donde otros estaban fallando. Podemos rastrear este notable resultado hasta la bendición de Dios sobre Abraham, el padre de Isaac en Génesis 22:17:

que bendiciendo te bendeciré, y multiplicando multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y como la arena que está a la orilla del mar; y tu simiente poseerá la puerta de sus enemigos;

Dios había prometido bendecir a Abraham y multiplicar su semilla después de pasar la prueba en Génesis 22. No es de extrañar por qué Isaac sembró y cosechó cien veces más durante una hambruna.

Sin embargo, Isaac también tuvo un papel que desempeñar para obtener y hacer cumplir el cumplimiento de la bendición divina en su vida. En primer lugar, fue obediente a su padre incluso hasta el punto de la muerte. Isaac pudo haber escapado fácilmente de Abraham cuando éste lo puso sobre el altar, pero no lo hizo. Eso debe haber agradado mucho a Dios. En segundo lugar, obedeció la instrucción de Dios de quedarse en Gerar incluso cuando, humanamente hablando, no parecía ser lo correcto en ese momento, considerando la hambruna en la tierra.

Solo aquellos que son obedientes a las instrucciones divinas experimentarán las bendiciones divinas. María, la madre del Señor Jesucristo, les dijo a los que servían que cualquier cosa que Jesús les pidiera que hicieran, deberían hacerlo y su obediencia condujo a la provisión divina de un vino mucho mejor para los invitados a la boda (Juan 2: 5-10 ).

Amado, la bendición divina es dulce, agradable y sin dolor. Entrega tu vida a Jesucristo, vive en completa obediencia a Dios y experimentarás las bendiciones divinas en cada área de tu vida, en el nombre de Jesús.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor bendíceme y aleja el mal de mí, en el nombre de Jesús.