Devocional Cielos Abiertos

EL CHEQUE EN BLANCO DE DIOS

Memoriza: «Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.» Daniel 12:3

Lee: Juan 15:16

16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.

BIBLIA EN UN AÑO:Proverbios 1 – 3

MENSAJE

«Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.» – Juan 14:14

En otras palabras, Jesús estaba diciendo en el versículo anterior que «te daré un cheque en blanco». Hoy, discutiremos cómo obtener este cheque en blanco divino.

Dios da cheques en blanco a las personas cuyos corazones anhelan Su reino en la tierra.

«No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.»– Juan 15:16

Él dijo en el pasaje anterior que cuando ganas almas y las sigues hasta que sean fuertes en el Señor, entonces puedes pedirle a Dios lo que quieras en Su nombre, y Él lo hará por ti.

Cuando buscas el reino de Dios primero que todo, entonces Él te dará todo lo que puedas necesitar (Mateo 6:33). Siempre he dicho que Dios es un dramaturgo, habiendo escrito el guión de todo lo que está pasando en la tierra. En 1 Reyes 3:5-14, cuando Dios le dio a Salomón un cheque en blanco, Él ya sabía el final desde el principio. Sabía que el niño pediría sabiduría para gobernar al pueblo de Dios, así que cuando lo hizo, el Señor añadió riquezas, paz y todo lo demás que un hombre pueda desear. Cuando Dios vea que tenéis un corazón interesado en la salvación de las almas y en el establecimiento de Su reino en la tierra, recibiréis de Él todas aquellas cosas por las que luchan los demás.

Busca el reino de Dios diligentemente; trata de asegurarte de que Su voluntad se haga en la tierra como se hace en el cielo. Verás como Él te avergonzará con tantas bendiciones que serás tú quien diga: “Señor, basta”. Ofrece a la obra de Dios, sal a hacer evangelismo con regularidad, haz un seguimiento de los nuevos conversos para asegurarse de que permanezcan en el rebaño de Cristo. Deja que Dios vea tu dedicación a Su obra y seguramente te recompensará con un cheque en blanco.

REFLEXIÓN: ¿Cuándo fue la última vez que ganaste un alma para Dios?