Memoriza: “Hijo de hombre, estos hombres han puesto sus ídolos en su corazón, y han establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro. ¿Acaso he de ser yo en modo alguno consultado por ellos?” Ezequiel 14:3
Lee: Éxodo 20:3 – 5
3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
BIBLIA EN UN AÑO: Salmos 120 – 133
MENSAJE
Cuando le preguntas a la gente a quién o qué adoran, lo más probable es que te digan “Dios”, pero luego “muchas personas están adorando otras cosas o personas aparte de Dios”. Algunas personas adoran a sus cónyuges, hijos, dinero, algunos a sus vientres, algunos a su imagen en las redes sociales y, lo creas o no, algunos hasta adoran a su medio de transporte. Cuando estaba en la escuela primaria, teníamos un maestro que tenía una bicicleta a la que amaba con locura. Cada vez que llegaba a un lugar embarrado, se bajaba de la bicicleta y la cruzaba. Prefería que sus pies se ensuciaran que su bicicleta. Adoraba su bicicleta.
Muchos vienen a Dios en oración y no obtienen nada de Él porque Él puede ver en su corazón que hay un ídolo allí. Él sabe que sólo con la boca lo adoran, que su corazón está lejos de Él (Mateo 15:8). Como Él no es su Dios, entonces los ignora. Si el Señor responde, lo hace de acuerdo a los ídolos en sus corazones.
“Háblales, por tanto, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: Cualquier hombre de la casa de Israel que hubiere puesto sus ídolos en su corazón, y establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro, y viniere al profeta, yo Jehová responderé al que viniere conforme a la multitud de sus ídolos” – Ezequiel 14:4
En Números 22:19-35, Balaam valoró los tesoros que el rey le prometió más que la instrucción de Dios. Después de que Dios le dijo que no hiciera caso a la llamada del rey, volvió a Dios cuando los sirvientes regresaron para preguntarle si debía ir, entonces Dios le respondió de acuerdo con el ídolo en su corazón, diciéndole que fuera. En su camino, había un ángel esperando para matarlo. Si no hubiera sido por los ojos de su burro que se abrieron para ver al ángel, habría muerto como resultado del ídolo de la codicia en su corazón.
Nuestro Dios es un Dios celoso. Él dijo en Éxodo 34:14, “Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es.”
En el momento en que consideres a alguien o algo por encima de Dios, Él te dejará en paz y créeme honestamente, lo peor que le puede pasar a una persona es que Dios la deje.
REFLEXIÓN: Haz un control exhaustivo de tu corazón y sé honesto contigo mismo. Si hay algo que consideras superior a Dios, pídele misericordia hoy.