Devocional Cielos Abiertos

ORA, NO MURMURES

Memoriza: «Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.» Santiago 4:2

Lee: Éxodo 15:22 – 25

El agua amarga de Mara

22 E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua. 23 Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.[a] 24 Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber? 25 Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó;

MENSAJE

Un hábito mortal que es común entre el pueblo de Dios hoy en día es la murmuración. ¿Sabes que hay veces que crees que estás orando, pero estás murmurando? Es un destructor silencioso y, como los israelitas de antaño, muchos hijos de Dios se involucran en él sin siquiera darse cuenta. Como hijo de Dios, debes comportarte como Moisés, que clamó al Señor por una solución, y no como el pueblo de Israel que murmuró cuando llegó a Mara, a pesar de todo lo que Dios había hecho por ellos.

Murmurar es un ejercicio inútil. Nada cambia cuando murmuras a Dios, así como el agua amarga no se volvió dulce por las murmuraciones de los israelitas, sino por las oraciones de Moisés. Las oraciones de los hijos de Dios lo mueven a la acción y siempre dan resultados positivos. Hijo mío, si quieres que Dios supla tus necesidades, deja de murmurar: en cambio, clama a Dios en oración.

EXAMEN DE LA BIBLIA:
¿Quién dijo: «¿Soy yo el guardián de mi hermano?»
A) Abel
B) isaac
C) Caín
D) José

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, perdóname por todas las murmuraciones que he hecho contra ti consciente o inconscientemente, en el nombre de Jesús.