Memoriza: “Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán, y verán la plomada en la mano de Zorobabel. Estos siete son los ojos de Jehová, que recorren toda la tierra.” Zacarías 4:10
Lee: Juan 6:5 – 13
5 Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman estos? 6 Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. 7 Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. 8 Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: 9 Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? 10 Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. 11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. 12 Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. 13 Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido.
MENSAJE
Una mentira del diablo, que todo hijo de Dios debe rechazar, es que no tienes nada bueno en tus manos que te pueda hacer prosperar. Contrariamente a esta mentira, el Espíritu Santo en Job 8:7 te dice:
“Y aunque tu principio haya sido pequeño, Tu postrer estado será muy grande.”
Si desprecias tus pequeños comienzos, terminarás como el siervo inútil de Mateo que pensó que su talento no era suficiente y lo ocultó. Al final, no tenía nada porque finalmente se lo quitaron y fue castigado por ser perezoso.
Amado, si tienes un don físico o espiritual que estás menospreciando, el Señor me pidió que te dijera que lo valores antes de que te lo quiten. Si se le asigna una tarea en la iglesia, la escuela o el hogar, y cree que lo menosprecia, acéptelo bien y hágalo como para Dios. Imagínate que el niño con los cinco panes y los dos peces se hubiera negado a soltarlos por pensar que no sería suficiente para alimentar a la multitud. Bueno, tuvo lo suficiente para que Jesús se probara a sí mismo.
PUNTO CLAVE Lo que tu consideras poco, es suficiente, úsalo.