Devocional Cielos Abiertos

LOS PELIGROS DE LOS MALOS HÁBITOS

Memoriza: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12:2

Lee: Marcos 7:20 – 23

20 Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. 21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, 22 los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. 23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.

MENSAJE

Antes de que un mal hábito se convierta en costumbre en tu vida, éste empieza con pensamientos y sugerencias que parecen inofensivas. ¿Hay algún defecto de carácter del que se queje la gente que te rodea? Tienes que comprobarlo y hacer las corregirlo antes de que te destruya. En la lectura Bíblica de hoy, Jesús dejó claro que una persona está contaminada por lo que sale de su interior. Esto es igualmente cierto para los malos hábitos.

Como hijo de Dios, no dejes que tus hábitos traigan el reproche de Dios. Los malos hábitos pueden arruinar la vida de una persona y evitar que alcance el plan y el propósito de Dios a medida que crece. Por ejemplo, Sansón amaba a las mujeres a pesar de las advertencias de sus padres: se enamoró de una mujer extraña que descubrió el secreto de su fuerza y lo entregó a los enemigos. Finalmente murió con ellos.

Otro ejemplo es Judas, que amaba demasiado el dinero. Su amor por ella le hizo traicionar a su Maestro, y su final fue terrible. Vigila ese mal hábito para que no destruya tu destino.

PUNTO DE ACCION: Pídele a alguien cercano una evaluación sincera de tu carácter y decídete a hacer cambios cuando sea necesario.