Memoriza: «Ustedes dicen: «Se me permite hacer cualquier cosa», pero no todo les conviene. Y aunque «se me permite hacer cualquier cosa», no debo volverme esclavo de nada.» 1 Corintios 6:12
Lee: 1 Corintios 6:12 – 13
Evitar el pecado sexual
12 Ustedes dicen: «Se me permite hacer cualquier cosa», pero no todo les conviene. Y aunque «se me permite hacer cualquier cosa», no debo volverme esclavo de nada. 13 Ustedes dicen: «La comida se hizo para el estómago, y el estómago, para la comida». (Eso es cierto, aunque un día Dios acabará con ambas cosas). Pero ustedes no pueden decir que nuestro cuerpo fue creado para la inmoralidad sexual. Fue creado para el Señor, y al Señor le importa nuestro cuerpo.
BIBLIA EN UN AÑO: 1 Reyes 16 – 18
MENSAJE
Filipenses 3:18 – 19 dice:
«18 Pues ya les dije varias veces y ahora se los repito de nuevo con lágrimas en los ojos: hay muchos cuya conducta demuestra que son verdaderos enemigos de la cruz de Cristo. 19 Van camino a la destrucción. Su dios es su propio apetito, se jactan de cosas vergonzosas y solo piensan en esta vida terrenal.»
Cuando ves a algunas personas tomando atajos y les preguntas «¿por qué estás haciendo esto?», dicen, «Tengo que comer». La lectura Bíblica de hoy dice que no debemos estar bajo el poder de ninguna cosa en este mundo, y sigue diciendo que la comida es algo temporal. No dejes que algo temporal te envíe a una destrucción eterna en el infierno. ¿Cuantas veces ayunas? Jesucristo mismo dijo en Mateo 17:21, «Pero este género no sale sino con oración y ayuno.» Hay problemas y demonios a tu alrededor que no se irán a menos que ayunes y ores. Un día, en mi aldea, cuando estaba a punto de comer mi comida favorita, Dios me dijo, «No comas, tienes que ayunar hoy». Discutí con Él y me comí la comida. Justo cuando terminaba de comer, alguien me llamó para orar por mi hermana que tenía varicela. Uno no se puede enfrentar a la varicela con la tripa llena, así que tuve que vomitar. Solo entonces pude orar por mi hermana y ella fue sanada.
Cuando Dios te pide que ayunes, no desobedezcas porque Él tiene Sus razones y siempre son para bien. Yo no era de las personas que ayunan. La primera vez que alguien me dijo que tenía que ayunar durante tres días y tres noches sin comida, le llamé asesino. Sin embargo, Dios me dio la victoria sobre mi estómago. Empecé a ayunar y poco a poco, fui de tres días a cinco días y así hasta que empecé a ayunar más de cuarenta días y noches. Siempre que estoy a punto de empezar un ayuno, marco el día en el que empezaré el ayuno hasta el día en el que lo terminaré, me dirijo a mi estómago y digo, «Estómago, desde este día, no hay más comida a este día». Cuando estás ayunando, de repente estás más pendiente de la comida a tu alrededor, pero debes de resistir la tentación de comer y permanecer centrado en tu objetivo.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, ayúdame a consagrarme a Ti ayunando a menudo.