Devocional Cielos Abiertos

AYUDANDO

Versículo a Memorizar: “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.” Gálatas 6:10

Pasaje Bíblico: Hechos 9:36 – 41

Dorcas es resucitada

36 Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía. 37 Y aconteció que en aquellos días enfermó y murió. Después de lavada, la pusieron en una sala. 38 Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, a rogarle: No tardes en venir a nosotros. 39 Levantándose entonces Pedro, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas. 40 Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó. 41 Y él, dándole la mano, la levantó; entonces, llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva.

INTRODUCCIÓN

Ayudar es el acto de dar asistencia (ya sea material o de servicio) a la gente que lo necesita. Puede ser en forma de Responsabilidad Social Corporativa o asistencia persona para los menos privilegiados. Aún más importante, la Biblia nos anima a ayudar a los hermanos en la fe (Gálatas 6:10).

¿QUIÉN NECESITA NUESTRA AYUDA?

Las siguientes personas han de ser ayudadas: los hermanos comprometidos que tienen necesidades (Gálatas 6:10), los mayores (Levítico 19:32), los viudos/las viudas (Santiago 1:22), los huérfanos y desertados/desesperanzados (Salmos 82:3), el pobre (Proverbios 19:17), los que tienen impedimentos especiales (emocionales, físicos, mentales, etcétera) – 2 Samel 9:3, 13.

Nuestra ayuda debe de ser primeramente para los miembros de nuestra familia que lo necesitan (que incluyen nuestros padres, (1 Timoteo 5:8), nuestros hermanos en la fe (Gálatas 6:10), después los miembros de la sociedad conocidos y desconocidos, buenos o malos. Es necesario ayudar a los hermanos conectándolos con gente o lugares para conseguir buenos trabajos, pagar las facturas de hospital, conseguir becas para la educación de sus hijos, etcétera.

Aunque este gesto no tiene que ser una excusa para algunas personas para ser perezoso, indulgente en pedir o sentir que tiene el derecho, los creyentes, deben de tener en cuenta que todo lo que tenemos nos ha sido dado por Dios (Salmos 68:19; 1 Corintios 4:7). Por lo tanto, tenemos que ser animados a dar a la gente necesitada o dar servicios útiles porque esto resulta en bendiciones (Proverbios 22:9). Dar ayuda y esperar nada a cambio del que la recibe es una buena forma de ser como Cristo (Lucas 6:34 – 35).

¿CÓMO DEBEMOS AYUDAR?

Como creyentes, es importante saber que la ayuda que damos debe de tener su origen en el amor (1 Corintios 13:3) así como ayudarnos a servir a Dios mejor (2 Corintios 9:8). Dar, por ejemplo, es una señal externa de nuestro amor por otros (1 Juan 3:17) y debemos de dar esperando que Dios provea (Lucas 6:38). A veces, nuestro dar puede ser una forma de medir nuestra fe (Malaquías 3:10). Sin embargo, el estado del corazón del que da importa más que el tamaño de lo que da (Lucas 21:1 – 4).

Mientras que animaba a los creyentes de Corintio a dar generosamente, Pablo no quiso que ellos dieran más allá de sus posibilidades, “a regañadientes o como obligación” (2 Corintios 8:12). Aún más importante, él quería que ellos se basaran en su propia convicción (2 Corintios 9:7). Nadie debe dar bajo coacción, pero dar, incluso cuando se es reacio, puede ser un proceso de aprendizaje, especialmente cuando no se tiene de sobra.

CONCLUSIÓN

A Dios le encanta cuando damos (2 Corintios 9:7) y Él siempre nos recompensará de formas que nunca imaginamos.

PREGUNTAS:

  1. Menciona cuatro tipos de personas que necesitan nuestra ayuda.
  2. ¿Cómo pueden los creyentes cubrir las necesidades de la gente?

OTRA LECTURA

  • Domingo: Gálatas 6:7 – 10 – No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. 10 Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.
  • Lunes: Éxodo 25:2 – Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda; de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda.
  • Martes: Proverbios 11:25 – El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado.
  • Miércoles: Mateo 6:12 – 12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
  • Jueves: Lucas 21:3 – Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos.
  • Viernes: 1 Pedro 4:10 – 10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
  • Sábado: 2 Corintios 9:6 – Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

TAREA: Menciona cinco categorías de personas que tienen necesidades en la Iglesia y en la sociedad en general.