Devocional Cielos Abiertos

AUMENTANDO TU FE I

Memoriza: «Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.» Romanos 10:17

Lee: Romanos 12:3

Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.

BIBLIA EN UN AÑO: Deuteronomio 1 – 2

MENSAJE

La lectura Bíblica de hoy nos dice que el día que tu naces de nuevo, Dios te da una «medida de fe». Efesios 2:8 dice que por gracia tu eres salvo a través de la fe. En otras palabras, si no hay una medida de fe, no habrá salvación en absoltuo. Esto también implica que la fe puede crecer desde la medida que se te dio en tu salvación, o quedarse estancada. Para que la fe crezca, debemos de tomar ciertos pasos. Nuestro estudio de hoy se centrará en uno de estos pasos, que es «escuchar la palabra de Dios».

«Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.» – Romanos 10:17

La primera forma de hacer crecer tu fe es escuchando la palabra de Dios. Algunas personas se preguntan porqué seguimos yendo a las reuniones, atendiendo a los sermones y leyendo la Biblia; es para que nuestra fe crezca. En Salmos 119:130, la Biblia dice:

«La exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples.»

Cuanto más entre la palabra de Dios en tu corazón, más luz tendrás y más entendimiento obtendrás. Es como alguien que está conduciendo un coche por la noche; si sus luces alumbran mucho, podrá ir más deprisa, de lo contrario la persona estará obligada a ir despacio. Si las luces se apagaran por completo, el conductor se vería forzado a parar. Proverbios 4:18 dice, «Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto.»

Cuanto más estudias la palabra de Dios, atiendes la Escuela Dominical y las sesiones de Estudio Bíblico, así como escuchas los sermonos, más grande será tu fe y también tu futuro.

Dios espera de nosotros que deliberadamente hagamos crecer la fe que recibimos en el momento de nuestra salvación. Si por lo contrario, no has aceptado a Jesús como tu Señor y Salvador, debes de hacerlo ahora mismo para que puedas empezar a hacer crecer tu fe en Dios.

PUNTO CLAVE: Estudia la palabra de Dios cada día.