Memoriza: « Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.» Juan 15:5
Lee: Lucas 19:29 – 38
29 Y aconteció que llegando cerca de Betfagé y de Betania, al monte que se llama de los Olivos, envió dos de sus discípulos, 30 diciendo: Id a la aldea de enfrente, y al entrar en ella hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado jamás; desatadlo, y traedlo. 31 Y si alguien os preguntare: ¿Por qué lo desatáis? le responderéis así: Porque el Señor lo necesita. 32 Fueron los que habían sido enviados, y hallaron como les dijo. 33 Y cuando desataban el pollino, sus dueños les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino? 34 Ellos dijeron: Porque el Señor lo necesita. 35 Y lo trajeron a Jesús; y habiendo echado sus mantos sobre el pollino, subieron a Jesús encima. 36 Y a su paso tendían sus mantos por el camino. 37 Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto, 38 diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas!
BIBLIA EN UN AÑO: Génesis 47 – 50
MENSAJE
Escuché a alguien predicando recientemente, y dijo que si Dios le dejaba, quedaría muy poco de él. No se como es que en su caso, aún quedaría algo de él, pero en mi caso, no quedaría absolutamente nada. Porque yo estoy totalmente convencido de que sin Él, no soy nada, absolutamente nada y se lo digo a Él frecuentemente.
Prediqué un sermon en el nombramiento a ministro de uno de mis hijos, hace unos 40 años. Les conté sobre el pollino que Jesús montó en nuestra lectura Bíblica de hoy. El pollino debió de mirar a su alrededor y de repente vio a gente dejando sus vestiduras en el suelo para que él caminara sobre ellas, con un montón de cánticos y danza mientras él pasaba. Él debió de sentirse realmente especial. Sin embargo, en el momento en el que Jesús se bajó del pollino, éste fue abandonado. Para entonces, este pollino debía estar lejos de casa y probablemente no sabía como volver. Él debió de pasar delante de los humanos y esta vez, en vez de regocijarse como antes, debieron de apartarle y echarle fuera. Com mucho, él habría acabado como mano de obra en una granja. Amado, en el momento en le que Dios te. deja, estás acabado. ¿Piensas que eres listo? Una simple vuelta de tuerca en el cerebro de un profesor puede convertirle en un loco que camina por las calles.
Cuando la gente me ve viviendo en santidad, siendo humilde, obedeciendo a Dios al pie de la letra, es porque no quiero que Él me deje. No quiero mirar a mi alrededor y descubrir que Él ya no está conmigo. No quiero orar y que Él ignore mis oraciones. Estoy implorándote mi amado, no hagas nada que haga que Dios se aleje de ti.
En cierto momento en la cruz, Jesús lloró, «Padre, ¿porqué me has abandonado?» (Mateo 27:46). Piensa en ello: cuando todo el mundo se volvió en Su contra, a Él no le importó, pero cuando el Padre le abandonó, Él lloró. Incluso si todo el mundo se vuelve en tu contra, estarás bien siempre que Dios siga de tu lado. Sin Dios, no eres nada.
PUNTO CLAVE: Nunca hagas algo que pueda hacer que Dios se aparte de ti. Aléjate del pecado.