Devocional Cielos Abiertos

MUÉSTRALE SEMILLAS A DIOS DE ANTEMANO

Memoriza: «No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.» Gálatas 6:7

Lee: Salmos 20:1 – 3

Oración pidiendo la victoria

Al músico principal. Salmo de David.

20 Jehová te oiga en el día de conflicto;

El nombre del Dios de Jacob te defienda.

Te envíe ayuda desde el santuario,

Y desde Sion te sostenga.

Haga memoria de todas tus ofrendas,

Y acepte tu holocausto. Selah

BIBLIA EN UN AÑO: Génesis 32 – 35

MENSAJE

Hay un dicho popular que dice que en tiempos de paz, prepárate para la guerra. De la misma forma, antes de que tengas una necesidad, siembra semillas de antemano, para que cuando venga la tormenta, tus semillas hablen por ti. Siembra semillas de servicio a Dios ahora porque viene el tiempo en el que serás tan viejo, que no tendrás fuerzas para ir de aquí para allá haciendo la obra de Dios. Incluso si no te enfrentas a ninguna tormenta en tu vida, viene un tiempo en el que te enfrentarás a la tormenta de la muerte. En ese momento, Dios te preguntará, ¿para que usaste los talentos que te di?

Siembra buenas semillas ahora porque cuando venga la tormenta, las necesitarás para que hablen por ti. Cuando lees la historia de la mujer adúltera en Lucas 7:37 – 38, ves que ella sembró una semilla al lavar los pies de Jesús con sus lágrimas y limpiándolos con sus pelo. Ella también derramó un perfume muy caro sobre Él y Jesús tomó nota de ella. Que tu hagas algo hoy que cause que Dios tome nota de ti.

Durante una reunión de oración de pacto hace algunos años, les dije que le pidieran a Dios solo una cosa. Había una mujer entre ellos que había sido estéril por muchos años y lo que ella pidió a Dios fue un bebé. Ella se quedó embarazada y se fue a los Estados Unidos para hacerse pruebas, pero los doctores le dijeron que habían muchas posibilidades de que el bebé fuera VIH positivo y tuvieran que sacarlo. Ella se negó y clamó al Señor, pidiendo una señal que la convenciera de que Él había escuchado su oración. Él respondió, «Ve a casa; antes de que llegues ahí tendrás una señal». Durante su regreso a Nigeria nos encontramos en el avión. Ella empezó a gritar cuando la pregunté cual era el problema, ella me explicó que había orado con ella hace pocos meses atrás, ella tuvo un bebé sano y salvo. El bebé era VIH negativo e incluso su marido, que había sido VIH positivo también era ahora negativo. Su semilla habló por ella.

Que el Señor te escuche en el día de tribulación y recuerde todas tus ofrendas en el nombre de Jesús.

REFLEXIÓN: ¿Has sembrado semillas que puedan hablar por ti cuando venga la tormenta?