Escuela Dominical

LIDERAZGO DIVINO Y DIRECCIÓN (PARTE 1)

VERSÍCULO A MEMORIZAR: «Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.» Salmos 32:8

PASAJE BÍBLICO: Salmos 37:3 – 7

Confía en Jehová, y haz el bien;

Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.

Deléitate asimismo en Jehová,

Y él te concederá las peticiones de tu corazón.

Encomienda a Jehová tu camino,

Y confía en él; y él hará.

Exhibirá tu justicia como la luz,

Y tu derecho como el mediodía.

Guarda silencio ante Jehová, y espera en él.

No te alteres con motivo del que prospera en su camino,

Por el hombre que hace maldades.

INTRODUCCIÓN

El liderazgo divino trata sobre ser dirigido por Dios. Ser liderado y guiado por Dios es una clave necesaria para los Cristianos. Es la única forma de cumplir la voluntad de Dios en todos nuestros procesos de decisión (2 Reyes 3:11). Por lo tanto, necesitamos aprender los caminos por los cuales Dios lidera y guía a Su pueblo. Además, en esta dispensación, el liderazgo y la dirección del Espíritu Santo son tanto inevitables como indispensables.

CAMINOS DEL LIDERAZGO Y LA DIRECCIÓN DIVINA

Es importante destacar que Dios, en su soberanía, puede adoptar cualquiera de las muchas formas de liderar y guiar a aquellos que ponen su confianza en Él. Aquí hay algunas de ellas:

  1. A través de la palabra de Dios (1 Samuel 3:21; Hebreos 1:1 – 2).
  2. A través de un testimonio del espíritu (Romanos 8:14 – 16). El testimonio del espíritu también puede venir en forma de la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:6 – 7)
  3. A través de la voz del espíritu. Esto es más que un testimonio, es escucharlo. Puede ser una voz interior (que significa que nadie más a tu alrededor puede oírla). La Biblia la llama «voz apacible y delicado» – como un delicado susurro (1 Reyes 19:12). A veces la voz viene en medio de un pensamiento divino (Hechos 10:19), la voz del espíritu también puede ser externa, y en este caso mirarás a tu alrededor como si hubieras escuchado a alguien, o como alguien más pudiera escuchar lo que tú estás escuchando (1 Samuel 3:3 – 5; Hechos 9:3 – 5).
  4. A través de revelaciones – sueños, visiones, trances (Joel 2:28). Los sueños pueden venir por medio de tus pensamientos (Eclesiastés 5:3), o del diablo – aterradores y que atormentan (pesadillas), o de parte de Dios – con significado, instructivos, o reveladores (Job 33: 14; 17). Los sueños suceden cuando estás totalmente dormido (de día o de noche). Las visiones pueden venir cuando estás despierto y ver algo como si fuera una película (de día o de noche) – (Daniel 2:19). El trance es como un punto intermedio entre un sueño y una visión (estás despierto pero medio dormido), cuando los sentidos físicos parecen estar aletargados (Hechos 10:10 – 11).
  5. A través de situaciones o circunstancias planeadas (Proverbios 24:30 – 34; Jeremías 18:1 – 6). Dios te puede hacer pasar por una situación para darte una clara dirección en tu vida.
  6. A través de declaraciones proféticas y confirmaciones (Oseas 12:10). Sin embargo, los creyentes no deben de vivir a merced de la profecía (1 Juan 4:1).
  7. A través de diversos medios según Dios lo considere (Oseas 12:10).

RECONOCIENDO EL LIDERAZGO DIVINO

El Espíritu Santo toma el papel de guía y consejero, liderándonos en el camino que debemos ir y revelándonos las verdades de Dios (Lucas 12:12). Una de las formas más importantes para reconocer la dirección del Espíritu Santo es familiarizarse con la palabra de Dios. La Biblia es la fuente definitiva de sabiduría sobre cómo debemos vivir (2 Timoteo 3:16), y los creyentes tienen que buscar en las escrituras (Juan 5:39), meditar en ellas, y memorizarlas (Salmos 1:2). La palabra es «la espada del espíritu» (Efesios 6:17), y el espíritu la usará para hablarnos (Juan 16:12 – 14) para revisar la voluntad de Dios para nuestras vidas. Él también traerá escrituras específicas a tu mente cuando mas las necesites (Juan 14:26).

Por lo tanto, debemos siempre de poner a prueba nuestros pensamientos teniendo en cuenta las escrituras. Esto es porque el Espíritu Santo nunca te empujará a hacer algo que sea contrario a la palabra de Dios (1 Corintios 14:33). Si hay conflicto con la Biblia entonces no viene del Espíritu santo y debes ignorarlo. También es necesario que estemos en continua oración con el padre (1 Tesalonicenses 5:17), esto no solo guarda nuestros corazones y abre nuestros ojos a la dirección del Espíritu Santo, sino que también permite al espíritu hablar por nosotros (Romanos 8:26 – 27).

CONCLUSIÓN

Si no estás guiado por Dios, estarás perdido en el desierto de la vida. Deja que Dios te guíe.

PREGUNTAS

  1. Menciona cuatro formas de dirección y liderazgo divino.
  2. ¿Cómo puede un creyente reconocer la dirección y el liderazgo divino?