Memoriza: « La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.» Juan 14:27
Lee: Marcos 4:35 – 41
Jesús calma la tempestad
35 Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. 36 Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. 37 Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. 38 Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? 39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. 40 Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? 41 Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es este, que aun el viento y el mar le obedecen?
BIBLIA EN UN AÑO: Apocalipsis 5:1 – 14; Amos 1 – 3
MENSAJE
En nuestra lectura Bíblica de hoy, Jesús revela una de Sus características, que es Su habilidad para apaciguar las tormentas. Mientras que estaba en el barco de Sus discípulos, una gran tormenta se levantó, la cual amenazaba con hundir el barco con todos sus ocupantes. Jesús estaba durmiendo en ese momento y los discípulos que estaban aterrorizados, enseguida corrieron a despertarle. Cuando Él se despertó, reprendió la tormenta y hubo calma. Hay muchas lecciones que aprender de esta historia.
Una, la presencia de una tormenta en tu vida o tu familia no significa que Jesús se olvidado de ti completamente. Él quizá esté ahí, aunque en silencio, solo necesitas llamar Su atención a través de la oración.
También, lo que moverá a Jesús es la fe. Después de reprender al viento, Él dijo aSus discípulos:
» ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? » Jesús reprendió a sus discípulos por ser temerosos y por su falta de fe. ¿Estás tú o tu familia pasando por una tormenta en forma de enfermedad, pobreza, escasez o decepción? Echa el miedo fuera de tu mente, levántate en fe y llama la atención de Jesús a través de la oración. Decreto: Paz, apacigua toda tormenta por la que tú estés pasando, en el poderoso nombre de Jesús.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Clama a Jesús en fe para que apacigüe toda tormenta en tu familia hoy.