DIOS PUEDE HACER QUE SEAS LA SOLUCIÓN

MEMORIZA: «Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.» ISAÍAS 60:1

LEE: 1 REYES 17:17 – 24


17 Después de estas cosas aconteció que cayó enfermo el hijo del ama de la casa; y la enfermedad fue tan grave que no quedó en él aliento. 18Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer a memoria mis iniquidades, y para hacer morir a mi hijo? 19Él le dijo: Dame acá tu hijo. Entonces él lo tomó de su regazo, y lo llevó al aposento donde él estaba, y lo puso sobre su cama. 20Y clamando a Jehová, dijo: Jehová Dios mío, ¿aun a la viuda en cuya casa estoy hospedado has afligido, haciéndole morir su hijo? 21Y se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová y dijo: Jehová Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él. 22Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él, y revivió. 23Tomando luego Elías al niño, lo trajo del aposento a la casa, y lo dio a su madre, y le dijo Elías: Mira, tu hijo vive. 24Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca.

BIBLIA EN UN AÑO: JOEL 1 – 3


MENSAJE

Cada día la gente ve problemas para los que les gustaría poder hacer algo. ¿Qué pasaría si Dios pudiera usarte para traer solución a cada problema que te encuentras, o hacer que seas la solución a ese problema que lleva tanto tiempo en tu familia?

Si algo terrible sucede en tu vecindario, ¿puedes decir una simple oración que provocará un cambio de tal forma que la gente que estaba triste empiece a regocijarse?

Cuando la viuda de uno de los hijos de los profetas vino a Eliseo por el problema de sus deudas, ella no volvió a casa siendo la misma. Eliseo abrio sus ojos para que ella pudiera ver, que la solución que necesitaba desesperadamente estaba en su casa. Él le mostró el secreto para salir de la deuda y vivir una vida de independencia financiera (2 Reyes 4:1 – 7).

A veces, convertirse en la solución para el problema de otra persona no es darle dinero, sino abrirle los ojos para ver aquello a lo que nunca le han prestado atención, dándoles poder para corregir el conocimiento y la información para vivir una vida libre de ataduras.

Jesús dijo, «y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.» (Juan 8:32). Jesús es el camino, la VERDAD, y la vida (Juan 14:6). Por lo tanto, la forma definitiva de ayudara la gente con problemas es hacer que conozcan a Jesús.

En la lectura Bíblica de hoy, cuando el hijo de la viuda murió, ella no fue al rey buscando ayuda. En vez de eso, fue a Elías, y Dios le usó para resucitar al hijo muerto. Si algo así sucediera a tu alrededor, ¿tendrías la capacidad para que Dios proveyera ese tipo de solución a través tuya? Quizás diga, «Oh, yo no soy como el profeta Elías» Sin embargo, en las Escrituras no dice que solo los ministros ordenados por Dios pueden hacer milagros

Marcos 16:17 – 18 dice, «Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.»

Jesús es la solución definitiva para todo problema, y Él le ha dado a aquellos que creen en Él la autoridad para hacer señales y milagros en Su nombre. Para hacer esto, sin embargo, debes de ejercitar tu espíritu mas que tu carne.

Sé el tipo de creyente que estudia la Biblia y ora a menudo. Cuando eres ese tipo de creyente, entonces Dios te convertirá en una solución para los problemas de muchas personas a tu alrededor.

PUNTO DE ORACIÓN: Cuando estés en comunióncon Jesús – la solución definitiva – Él te convertirá en la solución para los problemas a tu alrededor.

SIGUE LEYENDO Y PROFUNDIZA EN EL DEVOCIONAL DE HOY

MEMORIZA: ISAÍAS 60:1
«Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.»
Esta es una orden profética para pasar de un estado de pasividad y oscuridad a un lugar de radiante influencia. La «luz» no es auto-generada; es la presencia manifestada y la gloria de Dios sobre una vida. Esta luz no se da para disfrute personal solamente, sino para iluminar la oscuridad y dar dirección y soluciones a aquellos que lo necesitan.

LECTURA BÍBLICA: 1 REYES 17:17 – 24
Este pasaje continua la historia de la viuda de Sarepta. Después de experimentar una provisión milagrosa, ella se enfrenta a una crisis aún mayor; la muerte de su hijo. En su desesperación, ella busca a Elías, no al rey local o al curandero. Elías, a cambio, lleva su problema a Dios en una intercesión apasionada. El resultado es un dramático milagro de resurrección. esta narrativa muestra que el Dios que provee es también el Dios que resucita, y Él usa a la gente como vasijas para Sus soluciones, las cuales dan vida a situaciones imposibles.

El llamado a ser una solución

El Pastor Adeboye edifica sobre el mensaje de ayer, yendo del concepto de ser alguien que da soluciones a convertirse realmente en la solución misma. Esto es un nivel más profundo de autoridad espiritual, donde el poder de. Dios fluye a través de una persona para alterar las circunstancias directamente. El devocional expone una pregunta provocativa: ¿Qué pasaría si Dios pudiera usarte para traer solución a todos los problemas que te encuentres? Esto redefine la identidad del creyente, pasando de ser un observador pasivo a un agente de cambio activo y con poder.

Más allá de la ayuda financiera: El ministerio de revelación

La historia de la viuda y Eliseo (2 reyes 4:1 – 7) se usa para ilustrar que las soluciones más poderosas a menudo, no son algo palpable sino revelaciones. Eliseo no le dio dinero, le dio conocimiento. Él abrió sus ojos para ver el potencial en la vasija de aceite que ella ya poseía pero que no había tenido en cuenta. Esto nos enseña un principio vital: Muchos están estancados porque están ciegos a los recursos que Dios ya ha puesto en sus manos. El papel de aquel que da soluciones es a menudo, orar y declarar revelación para desbloquear los recursos escondidos – ya sea una habilidad, un activo olvidado, o un don espiritual.

La solución definitiva: Dar a conocer a Jesús

El devocional identifica correctamente que todos los problemas en su raíz, son espirituales. Por lo tanto, la solución definitiva y más completa es una persona: Jesucristo, la Verdad que nos hace libres (Juan 8:32). Dar a conocer a Jesús a alguien para que tenga una relación con Él es el mayor acto para resolver problemas que podemos hacer, ya que aborda el destino eterno, y da recursos internos (El Espíritu Santo) para navegar entre los desafíos terrenales.

La autoridad de todo creyente

Un punto crucial de interpretación es la eliminación de la división entre clérigos y laicos en la realización de milagros. El Pastor Adeboye enfatiza que «no hay registro en las Escrituras de que solo los ministros ordenados de Dios puedan realizar milagros». Cita Marcos 16:17-18 para establecer que las señales, los prodigios y las soluciones milagrosas deben «seguir a los que creen». Este es un llamado a todo cristiano a asumir la autoridad que Jesús le delegó. La capacidad de ser usado por Dios de maneras milagrosas no se basa en un título, sino en la creencia, la fe y una vida de comunión con Él.

La condición para canalizar soluciones

La clave para operar en esta dimensión se explica claramente: «debes de ejercitar tu espíritu más que tu carne» Esto significa:

  • Priorizar las disciplinas espirituales: Una vida de constante estudio de la Biblia y oración no es negociable. Es así como el espíritu de la persona se fortaleza y se hace sensible a la voz y el poder de Dios.
  • Vivir una vida de santidad: Para ser una vasija limpia a través de la cual, el puro poder de Dios puede fluir, debemos de someternos a la obra del Espíritu Santo de purificar nuestros motivos y acciones.
  • Caminar en fe: Creer que el mismo poder que resucitó a Cristo de la muerte vive en nosotros y está disponible para cubrir las necesidades de otros (Romanos 8:11)

Ora esto:

«Padre Celestial, me levanto hoy en la luz de Tu gloria. Perdóname por no tener en cuenta los problemas a mi alrededor o por sentirme no capacitado para ayudar. Te pido que Tu me uses como alguien que trae soluciones. Abre mis ojos para ver el potencial escondido en otros y en las situaciones. Aún más importante, que mi vida conduzca a la gente a Jesús, la solución definitiva. Espíritu Santo, fortalece mi espíritu a través de la oración y Tu Palabra. Concédeme la fe y la valentía para imponer mis manos sobre el enfermo, declarar libertad para el cautivo y para ser un canal para Tu poder milagroso en mi familia, mi vecindario, y el mundo. Hazme la respuesta a la oración de alguien hoy. En el poderoso nombre de Jesús.»

Pasos a seguir:

  1. Cambia tu oración: Cuando veas un problema, párate y ora, «Señor, ¿Puedes usarme para ser la solución aquí? Estate atento a su dirección.
  2. Busca la vasija de aceite: Cuando alguien venga a ti con una necesidad, no solo veas lo que les falta. Pídele al Espíritu Santo que te muestro que recurso, habilidad o verdad ya poseen que pueda ser clave para su cambio.
  3. Levántate en autoridad: Cree en Marcos 16:17 – 18. La próxima vez que te encuentres con enfermedad, ofrece orar en el nombre de Jesús. Levántate en fe para declarar una palabra de ánimo y sabiduría que pueda cambiar una situación
  4. Fortalece tu espíritu: Comprométete con un plan específico para «ejercitar tu espíritu» esta semana – añade 15 minutos de oración, únete a un Estudio Bíblico, o ayuna una comida para centrarte en Dios.

Recuerda: Tu no has sido llamado simplemente para observar la hambruna; estás ungido para ser alguien que prepara la comida, como la viuda de Sarepta. No has sido llamado para llorar a los muertos simplemente; has sido llamado a interceder como Elías. Dios ha depositado Su luz y vida en ti. Levántate y brilla y que Sus soluciones fluyan a través de ti para un mundo que está desesperadamente necesitado.

COMPARTE EL DEVOCIONAL
Comparte el Devocional de los Cielos Abiertos, en tus redes sociales. Al hacerlo, que el Cielo honre todas tus peticiones, incluidas las que aún están pendientes, con respuestas divinas desde lo alto, en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Amén